La pobreza por ingresos llegó al 61% durante los primeros seis meses de 2024, según un estudio del Sistema de Información, Evaluación y Monitoreo de Programas Sociales (Siempro), que depende del Ministerio de Desarrollo Humano. Este dato representa un aumento en comparación con el 54,4% registrado en el mismo período de 2023, y el 55,4% del segundo semestre de ese año.
El informe destacó que el crecimiento de la pobreza se dio tanto en el porcentaje de personas pobres solo por ingresos como en aquellos que enfrentan carencias monetarias y no monetarias. Este aumento evidencia el fuerte impacto de la devaluación y el alza de precios sobre los sectores más vulnerables del país.
¿Una mejora en el horizonte?
A pesar del alarmante porcentaje, desde el ministerio liderado por Sandra Pettovello señalaron que el segundo semestre del año podría haber mostrado una leve mejora. Este optimismo se basa en la desaceleración de la inflación, que cerró diciembre en un 2,7% mensual, acumulando una suba del 117,8% durante todo 2024.
La menor inflación registrada en la segunda mitad del año habría aliviado parcialmente la pérdida de poder adquisitivo en ciertos sectores, aunque las condiciones de vulnerabilidad continúan siendo preocupantes.
Los sectores más afectados por la inflación y la pobreza por ingresos
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) informó que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) subió un 2,7% en diciembre, marcando una ligera alza respecto al 2,4% de noviembre. Entre las divisiones con mayores incrementos destacaron Vivienda, agua, gas, electricidad y otros combustibles (5,3%) y Comunicación (5%). También sobresalieron Restaurantes y hoteles (4,6%) y Recreación y cultura (2,8%).
Por otro lado, sectores como Alimentos y bebidas no alcohólicas, Transporte y Educación mostraron subas del 2,2%, mientras que Prendas de vestir y calzado registraron un menor aumento del 1,6%.
Desafíos pendientes para 2025
Con una inflación que sigue afectando al tejido social y económico, los analistas coinciden en que revertir esta tendencia será un desafío central para el Gobierno. La mejora en el segundo semestre de 2024, aunque positiva, no es suficiente para compensar el deterioro acumulado en los primeros meses del año.
El alivio inflacionario proyectado para 2025 será clave para reducir los niveles de pobreza, mientras se trabaja en políticas estructurales que atiendan tanto las carencias monetarias como las no monetarias.
La situación refleja un país que lucha por superar las consecuencias de una economía inestable, buscando soluciones sostenibles para los sectores más golpeados por la crisis.
