El inicio del 2025 encuentra al gobierno de Javier Milei consolidando un modelo económico que prioriza la estabilidad, la desinflación y la competitividad del sector privado. Bajo la dirección del ministro de Economía, Luis Caputo, y del presidente del Banco Central, Santiago Bausili, la administración libertaria apuesta por medidas audaces para mantener el rumbo, incluso en un año electoral cargado de expectativas.
Una de las principales metas es reducir aún más la inflación, que cerró el 2024 en un 2,5% mensual en diciembre, con proyecciones optimistas para mayo de este año, cuando podría marcarse un índice que comience con el número 1. Este logro, visto como un hito político y económico, refuerza la idea de que es posible bajar los precios sin recurrir a controles estatales, un principio clave en la filosofía libertaria.
Reforma tributaria y resistencia a la devaluación
El equipo económico trabaja en una reforma impositiva destinada a simplificar la estructura tributaria sin comprometer el superávit fiscal. Aunque el sector agroexportador presiona por una baja de retenciones, el gobierno descarta una devaluación que alivie a los exportadores, optando por medidas más moderadas que no pongan en riesgo la estabilidad alcanzada.
En paralelo, Caputo evalúa introducir contratos de participación público-privada (PPP) para impulsar la infraestructura, comenzando por la construcción de una nueva cárcel en Mercedes. Este enfoque busca que el sector privado asuma un rol más activo en áreas como la obra pública, reduciendo la dependencia del Estado.
El desafío del sector privado
El gobierno espera que las empresas devuelvan el respaldo recibido con mayores inversiones que reactiven la economía y desplacen al Estado de sectores estratégicos. Sin embargo, los problemas heredados, como el deterioro de las rutas y la falta de financiamiento público para mantenimiento, plantean desafíos adicionales.
La Dirección Nacional de Vialidad enfrenta limitaciones presupuestarias que podrían impactar en la infraestructura vial, una preocupación creciente entre los economistas cercanos al presidente.
Caputo también planea regresar al mercado internacional de deuda en el segundo semestre de este año, marcando el fin de un período de aislamiento financiero desde 2018. La estrategia se basa en esperar condiciones más favorables para reducir los costos de financiamiento, mientras se promueve que los recursos disponibles fluyan hacia el sector privado.
Relaciones internacionales y apoyo de Trump
La relación de Milei con Donald Trump, quien asumirá la presidencia de Estados Unidos este mes, es vista como un factor positivo para atraer inversiones extranjeras. La administración confía en que el respaldo del principal aliado político impulsará proyectos estratégicos en energía, infraestructura y agroindustria, sectores clave para el crecimiento del país.
Perspectivas a corto plazo
El gobierno se prepara para enfrentar un vencimiento de deuda por más de USD 4.000 millones esta semana, una prueba crucial que, según esperan, reforzará la confianza en el mercado y reducirá aún más el riesgo país, actualmente en descenso hacia los 400 puntos básicos. Este movimiento, combinado con el pago anticipado de compromisos, busca enviar una señal clara de solvencia y previsibilidad.
Con un modelo que prioriza la estabilidad fiscal y monetaria, el gobierno de Milei apuesta por consolidar su narrativa de cambio estructural, mientras enfrenta las tensiones heredadas de un sistema económico marcado por las deudas del pasado. La dirección tomada será determinante no solo para el éxito económico de este semestre, sino también para las aspiraciones políticas del oficialismo de cara a las elecciones legislativas de 2025.
