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ECONOMÍA

Luis Caputo apunta a un riesgo país de 400 puntos: Argentina comienza con los pagos de deuda previstos para enero

Los pagos refuerzan la voluntad y credibilidad del gobierno libertario de evitar un default y crecer en la confianza internacional.

Luis Caputo

El inicio del 2025 trae importantes novedades financieras para Argentina, destacándose el reciente anuncio de un REPO por USD 1.000 millones, gestionado con cinco bancos internacionales, y la emisión de un bono por YPF también por USD 1.000 millones. Ambos movimientos financieros coinciden estratégicamente con el vencimiento de USD 4.500 millones en capital e intereses de bonos dolarizados que el ministro Luis Caputo deberá afrontar el 9 de enero.

Estos pagos refuerzan la voluntad del gobierno de evitar un default y afianzar su credibilidad internacional. Sin embargo, el esfuerzo presionará nuevamente las reservas netas, que podrían retornar a un déficit cercano a los USD 10.000 millones. Para mitigar este impacto, el repo funcionará como un amortiguador parcial y, al mismo tiempo, marca un creciente interés inversor en activos argentinos.

El acuerdo con los bancos internacionales establece una tasa del 8,8% anual y utiliza como garantía los bonos para importadores (Bopreales). Este avance es una señal clave en el plan del gobierno para recuperar el acceso a los mercados voluntarios de deuda, cerrados para el país desde 2018. Con bonos en dólares rondando los USD 75 y un riesgo país cercano a perforar los 600 puntos básicos, el objetivo inmediato es reducir esta cifra a 400 puntos, lo que habilitaría la emisión de deuda a tasas de un solo dígito.

Próximos desafíos y el rol del FMI

El siguiente gran desafío será en julio, cuando se enfrente otro vencimiento de USD 4.500 millones. Para entonces, se espera que un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), proyectado para el primer trimestre, provea un importante desembolso inicial dentro de un programa de tres años. Este acuerdo no solo reforzaría las reservas, sino que también permitiría diseñar una estrategia clara para desmantelar gradualmente las restricciones cambiarias.

En este contexto, el viaje del presidente Javier Milei a Washington, para asistir a la asunción de Donald Trump el 20 de enero, podría abrir oportunidades para fortalecer las negociaciones con el FMI. Asimismo, Milei participará en el Foro Económico Mundial en Davos, donde buscará consolidar el interés internacional en la economía argentina.

Riesgos en el horizonte

El panorama no está exento de riesgos. Una eventual crisis internacional podría impactar negativamente en los activos argentinos, retrasando el retorno al mercado de crédito. Asimismo, las elecciones legislativas de este año representan otro foco de incertidumbre política. Sin embargo, las encuestas actuales parecen favorecer al oficialismo, con una valoración en descenso para los principales líderes opositores.

En el plano cambiario, el dólar libre mostró estabilidad, rondando los $1.200, gracias a la intervención estratégica del Banco Central, que dispone de más de USD 4.000 millones para mantener bajo control los dólares financieros. Esto forma parte del enfoque gradualista que prioriza evitar una devaluación brusca.

La «fase 3» del programa económico

Con estas condiciones, el gobierno prepara la implementación de la «fase 3» de su programa económico. Este incluye una reducción del ritmo del «crawling peg» para acelerar la baja inflacionaria y, progresivamente, la eliminación de restricciones para operar en el mercado cambiario. No obstante, la unificación cambiaria no figura aún en la agenda inmediata y podría ser postergada hasta después de las elecciones legislativas.

A pesar de las críticas de economistas como Carlos Rodríguez y Domingo Cavallo, quienes advierten sobre los riesgos del supuesto atraso cambiario, el equipo económico considera que la solución no pasa por una devaluación, sino por mejorar la eficiencia, reducir la burocracia y avanzar en la reducción de impuestos en la medida que lo permitan las cuentas fiscales. Con este enfoque, el gobierno busca fortalecer la estabilidad económica y avanzar hacia un horizonte financiero más previsible.