Un momento realmente movilizante fue el que se vivió en LAM, el programa que lleva adelante Ángel de Brito a través de la pantalla de América TV. Fue allí donde estuvo como invitado Carlos, el último participante eliminado de Gran Hermano, el reality que conduce Santiago del Moro.
Delante de cada uno de los integrantes del ciclo, él decidió dar detalles de la doble vida que tuvo años atrás, cuando por problemas de salud dejó el deporte y comenzó a desempeñarse como empresario de la noche. «Yo tuve una doble vida», aseveró sin guardarse nada.
«Soy culpable, estaba con una mujer excelente, cuando yo estuve postrado estuvo al lado mío. Fue por dos mala praxis, dos operaciones en un año. 16 tornillos en la columna, muy complicado. Yo venía con problemas, pero esto me dejó en silla de ruedas», expuso.
«Yo no caminaba más. Después me recuperé… teniendo un boliche bailable… esto me alejó de mi familia. El único culpable fui yo. Ahora yo estoy con otra persona, con quien le fui infiel. Esto pasó hace un año y medio», contó Carlos ante la mirada atenta de Ángel de Brito.
Fue en diálogo con La Nación, donde Carlos había dado más detalles al respecto. «Durante muchos con la madre de mis hijos vivimos juntos pero separados, en habitaciones diferentes. Siempre fui muy pegado a mis hijos y cuando me separé porque la cosa no daba, no me alcanzaba verlos tres veces a la semana; quería levantarme con ellos, llevarlos a la escuela, comer, irme de vacaciones», manifestó.
«Era traumático no tenerlos conmigo. Lamentablemente no pude manejarlo y se generó esta situación. Conocí a Sandra, una mujer que me dio todo, que jamás me dijo que me separara y aguantó a la sombra, me bancó, me esperó muchos años. Y cuando mis hijos fueron grandes con su vida encaminada, decidí separarme e irme a vivir con Sandra. Nos llevamos muy bien todos», sentenció Carlos.
