No hay dudas de que Mariano Iúdica es una de las figuras más destacadas del mundo del espectáculo. Aunque estuvo un tiempo alejado de los reflectores, tras su participación en Bake Off edición famosos el conductor volvió con todo y se animó a presentarse nuevamente en las tablas con la obra Una familia de locos.
En una reciente entrevista, Mariano Iúdica contó todo sobre este nuevo proyecto: «La idea surge porque nos juntamos con el Chato Prada y Miguel Pardo para realizar un proyecto que incluía programar el Teatro Provincial. En el momento que pensábamos la programación, el Chato me preguntó, ‘¿Por qué no te subís vos al escenario?’. Y yo que tenía muchísimas ganas de volver a hacer comedia, inmediatamente dije ‘Sí, dale, vamos a hacerlo'».
«Armamos una linda compañía con todos amigos, para pasarla bien y que sea divertido. La obra la escribió Sergio Marcos, que es un número uno y es mi amigo. Todo lo que hice con él siempre fue un éxito porque es un gran autor. Mi personaje es un profesor que clonará gente. Está el Chato en producción y el Bicho Gómez en la dirección. Está Belén Francese, que es mi amiga desde hace muchos años, sabe muchisimo y es una excelente compañera», contó.
«Convocamos a Iván Ramírez, que para mí es el número uno de los jóvenes nuevos talentos, por las caracterizaciones y las imitaciones impresionantes que hace. El Chato trajo a las Mellizas Lattanzio, que son maravillosas, excelentes compañeras, muy divertidas y le dan al grupo una cosa de alegría y diversión que es muy importante para formar grupos», relató Mariano Iúdica. El elenco se completa con Brenda Di Aloy (hija de Yuyito González) e Imanol Rodríguez (hijo de Miguel Ángel Rodríguez).
Mariano Iúdica también reflexionó sobre su paso por Bake Off (Telefe): «Fue muy lindo. Sobre el final de año tuve que hacer un poco de esfuerzo físico con Bake Off, pero fue tanta la satisfacción, el éxito, el reconocimiento, el orgullo que me dio haber vuelto, que me devolvió las ganas de maquillarme, de volver a hacer notas y todo lo demás que conlleva un éxito. Por eso agarré ese impulso y lo llevé para hacer una comedia familiar, con el mismo tono de Bake Off».
«Bake off me dejó la experiencia de saber que tengo mi ego acomodado, de que no siempre tener el lugar del conductor o el lugar estelar te asegura brillar o divertirte o estar en un lugar estelar. En este caso, elegir ser participante me hizo mostrarme de otra manera, abrir mi corazón a la frustración o al fracaso todo eso que implica cuando vos ponés ahí un plato que no está bien o que no te sale y hay que mostrarlo al aire. Mostré una faceta que la gente de mí no conocía, porque yo siempre conduje mis programas, siempre estuve al frente de las cosas», reflexionó.
«Estar esta vez de participante, sabiendo cómo es el detrás de escena, era arriesgado porque uno sabe cómo se manipula ese tipo de programas. Pero por otro lado, yo sabía que si estábamos Verónica Lozano, Damián De Santo y yo manejando el grupo, iba a ser todo muy sano y muy lindo para que la gente disfrutara en la casa. Porque la competencia iba a quedar en un segundo plano, íbamos a poner la alegría y el humor por delante de todo y eso fue lo que sucedió», cerró el conductor.