José Luis Espert publicó un recorte de la entrevista que le hicieron a Javier Madanes. Allí, el dueño de la productora de aluminio Aluar habló sobre el cepo cambiario y las medidas del Banco Central de la República Argentina.
La entrevista, realizada en el canal de streaming La fábrica, fue la primera del año. En esta «Mesaza industrial» participaron referentes de diferentes sectores productivos del pais. El panel incluyó nombres destacados como Diego Fenoglio (Rapanui), Sol Rodríguez (Sinteplast) y Victoria Kopelowicz (Tulipán). Cada uno compartió sus experiencias y visiones del contexto económico.
«Innovar es la clave para sobrevivir en un mercado tan cambiante», aseguró Fenoglio, fundador de Rapanui. Su intervención resaltó el valor de apostar por la calidad y la diferenciación. Por otro lado, Sol Rodríguez, directora de Sinteplast, reflexionó sobre la importancia de la industria local. «Debemos fortalecer la producción nacional para generar más empleo», subrayó.
Entre otras declaraciones, Madanes alertó por los costos de producción que existe en el país actualmente. Al respecto, señaló que «hay que desvestir los costos argentinos». En este sentido, el diputado libertario José Luis Espert salió al cruce desde su cuenta personal en x.
Para el ex candidato a presidente, Madanes dijo «2 burradas». En su post en Twitter indicó que dos de las afirmaciones del empresario metalúrgico eran falsas. Una «burrada» sería «que tenemos cepo para largo», señaló antes de desmentirla con la explicación. «Todos los días el Banco Central de la República Argentina elimina una regulación», agrega entre paréntesis el economista.
Por otro lado, Madanes señaló la importancia de la regulación del mercado para la competitividad. «Argentina es un país no competitivo, pero nadie se pregunta por qué no lo es», indicó. «Es difícil ser competitivo en un país en el que el sector no formal está en un 30% o 40%», agregó.
En este sentido, Javier Madanes, destacó también el impacto de los costos logísticos en la competitividad. «El costo desde la fábrica al puerto es mayor que el de enviar a Japón», afirmó. «Argentina necesita reglas claras y sostenidas para atraer inversiones», aseguró tambiém.
En este punto, los panelistas acordaron en que la estabilidad es fundamental para el crecimiento económico. Por ese motivo, Fenoglio también señaló los desafíos logísticos que enfrentan las empresas del interior del país. «El costo argentino no solo afecta a las exportaciones, también encarece el consumo interno», destacó Rodríguez.
El consenso fue claro: es necesario optimizar procesos y reducir trabas. Además, Madanes indica que a él le preocupa la brecha cambiaria. Sin embargo, el asesor económico José Luis Espert menciona que la reducción de la brecha es una preocupación porque «se le termina el curro».
«El RIGI es algo con lo que hay que ser cuidadoso»
En una entrevista previa, Javier Madanes fue consultado sobre su postura ante el RIGI, medida que pretende promover la inversión extranjera. «El tema es hacerlo con equidad», señaló. Para Madanes «es difícil tratar de entender cómo se balancea la oportunidad que se da a los demás». En los debates parlamentarios, critica el empresario, «hay cierto menosprecio al capital nacional».
Según indica el dueño de Aluar, en su empresa tiene actualmente a su cargo a 6 mil empleados de manera directa. Sin embargo, advierte sobre la complejidad del mantenimiento del sector productivo, ya que su empresa el año pasado cerró con una pérdida de 840 puntos.
Como señala en una parte del programa, Madanes indica que la historia de la producción industrial en Argentina es fluctuante. Los modelos productivos atendieron a diferentes objetivos e intenciones por parte de cada gobierno o régimen dictatorial. Esto marcó el ritmo del crecimiento de Aluar, que fue beneficiado o damnificado según el modelo que se impusiera.
«La desnacionalización de la economía argentina de las últimas cuatro o cinco décadas ha sido desastrosa», señaló al respecto. Para el empresario, que indica respetar los capitales extranjeros, considera que un CEO que representa una multinacional no maneja el mismo «código conversacional» que un productor nacional. Entre los puntos que señala de diferencia, el empresario hizo hincapié en el conocimiento de los procesos de cambios históricos en el país.