Las primeras estimaciones sobre la inflación de enero sugieren que el índice de precios cerrará levemente por debajo del 2,7% registrado en diciembre. A pesar de que en la última semana del mes los alimentos y bebidas mostraron una aceleración en sus precios, las proyecciones privadas indican que la variación mensual del Índice de Precios al Consumidor (IPC) se ubicaría entre el 2% y el 2,3%.
El último tramo del 2024 había marcado una tendencia alcista en los precios, con una inflación del 2,4% en noviembre y un 2,7% en diciembre. En respuesta a estos datos, el Gobierno nacional decidió reducir el ritmo de devaluación del tipo de cambio oficial al 1% mensual a partir del 1 de febrero, con el objetivo de contener la inercia inflacionaria en los bienes, que representan el 65% de la canasta del INDEC.
En cuanto a los alimentos y bebidas, la consultora EcoGo midió un aumento del 0,7% en la cuarta semana de enero, lo que implica una desaceleración leve respecto a la tercera semana del mes. Según su informe, la inflación en los alimentos consumidos en el hogar alcanzaría el 2,3% en enero, mientras que si se incluyen los productos consumidos fuera del hogar, la suba se ubicaría en 2,1%. Para el IPC general, proyectan un 2,3%, aunque aclaran que el dato es preliminar y que podría ajustarse en función del impacto de los costos de la construcción y de los aumentos en cigarrillos.
Divergencia entre las mediciones
Por su parte, Analytica registró un incremento del 0,5% en alimentos y bebidas en la última semana del mes y calculó que el promedio mensual de la inflación en este rubro fue del 1,8%. En su proyección para el IPC general, la cifra se ubicaría en 2,3%.
La consultora también identificó que los productos que más aumentaron fueron los snacks, salsas y aceites (3,3%), pescados y mariscos (3%) y aceites y grasas (2,4%). En el otro extremo, los incrementos más moderados se dieron en café, té, yerba y cacao (1,7%) y en lácteos (1,5%), mientras que los precios de las verduras se mantuvieron sin cambios.
En contraste, Equilibra registró una variación semanal del 0,2% y estimó que la inflación del mes cerraría en torno al 2%. La consultora destacó que la inflación núcleo se redujo a 2,1%, con un impacto significativo de los productos estacionales, lo que refleja cierta estabilidad en los precios más allá de los ajustes específicos en algunos rubros.
Factores que influyeron en la inflación de enero
Mientras tanto, Econviews registró un incremento del 0,9% en la tercera semana del mes, lo que representó una suba en relación con la primera semana de enero, cuando el aumento había sido del 0,1%. En este caso, las mayores alzas se observaron en carnes (1,4%), bebidas (0,9%) y verduras (3,4%). Dentro de este último rubro, el tomate redondo subió un 24,7%, la cebolla 18,6% y el limón 8,2%, mientras que la papa y la lechuga mostraron caídas del 12,1% y 3,1%, respectivamente.
Para el IPC general, la proyección de Econviews se mantiene en 2,7%, lo que implicaría un registro similar al de diciembre. Sin embargo, advierten que la volatilidad en algunos productos y el impacto de las tarifas podrían incidir en el dato final.
Perspectivas y desafíos en la estabilidad de precios
Más allá de la desaceleración que anticipan las consultoras, los economistas señalan que la evolución de la inflación dependerá de factores como el comportamiento del dólar, la política de precios regulados y el impacto del esquema de desregulación progresiva que impulsa el Gobierno.
El desafío principal será consolidar la tendencia a la baja en el IPC, algo que el equipo económico buscará lograr con la moderación del ritmo de devaluación y con medidas para reducir la volatilidad en los precios de bienes esenciales. No obstante, los analistas advierten que aún persisten presiones inflacionarias en ciertos sectores y que el escenario sigue siendo incierto.
Si bien el primer mes del 2025 podría marcar una leve reducción en la inflación respecto al cierre del 2024, el comportamiento de los precios en las próximas semanas será clave para determinar si se consolida una tendencia de estabilización o si persisten focos de presión que podrían afectar el objetivo de desaceleración inflacionaria.