El Gobierno de Javier Milei estudia un proyecto de reforma previsional que beneficiaría a los jubilados que han aportado durante 30 o 35 años, pero que no accedieron a ninguna moratoria. Según Mariano de los Heros, titular de la ANSES, existe una deuda pendiente con estos jubilados, quienes merecen un reconocimiento por su esfuerzo. Esta medida se sumaría a las modificaciones que se están analizando y que se enviarán al Congreso en 2025.
El funcionario ya había adelantado en noviembre la posibilidad de premiar a los jubilados cumplidores, pero no especificó cómo se llevaría a cabo este beneficio. Ahora, fuentes oficiales han confirmado que se evalúa otorgar un adicional vinculado al crecimiento económico del país, lo que se denominaría un “virtual cupón PBI”.
Aunque no se trataría de un bono, los jubilados recibirían su pensión habitual y, en función de la evolución del Producto Bruto Interno (PBI), un extra calculado mediante una fórmula que aún está siendo definida. Este beneficio buscaría premiar a aquellos que aportaron durante años al sistema, sin recurrir a las moratorias.
Un ajuste para los jubilados y un plan de sostenibilidad fiscal
El 2025 será el año clave para definir cómo se implementará esta reforma. El Gobierno planea enviar el proyecto al Congreso en la segunda mitad del año, dependiendo del resultado de las elecciones legislativas. Mientras tanto, la fórmula de movilidad para los jubilados se mantendrá, asegurando que sus haberes sigan ajustándose automáticamente conforme a la inflación, lo que permitirá evitar que pierdan poder adquisitivo. Este año, se mantendrá el bono fijo de $70.000, sin actualización, lo que reducirá su valor real para quienes perciban la mínima.
Uno de los principales objetivos del Gobierno es premiar a los jubilados que han aportado durante toda su vida laboral, lo que abarcaría aproximadamente a 3,2 millones de jubilados, un tercio del total de los 9 millones de beneficiarios del sistema previsional. Además, se pretende incentivar el empleo mediante la reducción de las contribuciones patronales y las cargas sociales, siempre que sea posible mediante la redistribución de otros impuestos.
Simplificación y reforma de los regímenes especiales
El proyecto de reforma también incluye la simplificación del sistema jubilatorio. Actualmente, existen alrededor de 200 regímenes especiales para distintos sectores, lo que ha generado desigualdades.
El objetivo es unificar el sistema para todos los trabajadores, eliminando o reduciendo los regímenes especiales. Algunos de los sectores con regímenes especiales incluyen a docentes, trabajadores de luz y fuerza, investigadores científicos, personal del Poder Judicial, empleados del servicio exterior, entre otros. La meta del Gobierno es contar con un sistema más equitativo, aunque el proceso puede implicar ciertos desafíos de consenso político.
Ajuste en la edad jubilatoria
Otro cambio que se contempla en la reforma es la modificación de la edad jubilatoria. Actualmente, la edad para que las mujeres se jubilen es inferior a la de los hombres, pero el Gobierno busca establecer que ambos géneros se jubilen a los 65 años, en línea con los datos actuariales y las expectativas de vida.
Las fuentes indican que podría ser un primer paso hacia la unificación de la edad jubilatoria, y no se descarta que, gradualmente, esta se eleve algunos años, aunque sin llegar a los 70 años. Esta propuesta también responde a un ajuste actuarial que se viene observando en las políticas previsionales.
