El pago de vencimientos de bonos soberanos en dólares realizado este jueves por el Gobierno nacional, que alcanzó un total de USD 4.341 millones, dejó una huella significativa en las reservas internacionales del Banco Central. Los títulos involucrados, principalmente Bonares y Globales, tuvieron como destino principal manos privadas, lo que provocó una caída de USD 1.728 millones en las reservas brutas, que pasaron de USD 32.904 millones a USD 31.176 millones.
El ajuste en las reservas afecta principalmente las categorías líquidas y netas. Según Portfolio Personal Inversiones (PPI), las reservas líquidas se redujeron de USD 16.040 millones a aproximadamente USD 12.740 millones tras el desembolso. En cuanto a las reservas netas, estas profundizaron su saldo negativo, pasando de -USD 3.837 millones a -USD 7.137 millones. Sin embargo, bajo la metodología del Fondo Monetario Internacional (FMI), que incluye pasivos a 12 meses, las reservas netas se mantienen en torno a los -USD 9.800 millones, ya que consideran un horizonte de largo plazo.
El desafío de los vencimientos futuros
El panorama de vencimientos en moneda extranjera para 2025 proyecta un desafío adicional. Según el Grupo IEB, los compromisos suman aproximadamente USD 21.500 millones. De este monto, USD 7.925 millones corresponden a pagos a organismos internacionales como el Banco Mundial, el BID y el FMI.
A esto se suman deudas provinciales por USD 2.530 millones, además de los vencimientos de los bonos Hard Dollar, que alcanzan los USD 8.700 millones, y los compromisos relacionados con los Bopreales, que totalizan USD 2.340 millones. Este escenario resalta la urgencia del gobierno de conseguir fondos frescos para mantener la estabilidad económica y financiera.
Escenarios macroeconómicos según el CESO
El Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO) plantea tres posibles escenarios macroeconómicos para este año, que dependerán de la capacidad del gobierno de acceder a financiamiento externo. En un escenario optimista, el gobierno logra obtener los dólares necesarios para cumplir con los vencimientos de deuda y sostener una recuperación económica, apoyándose en un acuerdo exitoso con el FMI.
En una perspectiva intermedia, que el CESO considera la más probable, los fondos obtenidos serían insuficientes para cumplir simultáneamente con los compromisos de deuda y los objetivos económicos, lo que afectaría la desaceleración de la inflación, la recuperación económica y la reducción de la brecha cambiaria. Finalmente, en un escenario pesimista, la combinación de un «cisne negro», como una corrida financiera, y la negativa del FMI a otorgar fondos frescos podría provocar un deterioro económico severo, con una mayor inflación, ampliación de la brecha cambiaria y una pérdida acelerada de reservas.
La visión de Milei sobre los riesgos financieros
El presidente Javier Milei, ante las consultas sobre la posibilidad de que se produzca una fuga masiva de divisas una vez levantado el cepo cambiario, subrayó la importancia de generar condiciones para evitar este tipo de crisis. En diálogo con El Observador, describió este tipo de escenario como un “mega cisne negro” y destacó los esfuerzos del gobierno para mitigar los riesgos asociados.