Se produjo un sacudón en Canal Nueve tras lo que decidió comunicar Daniel Gómez Rinaldi. Sin pelos en la lengua y fiel a su estilo picante, el colaborador de Susana Roccasalvo se expresó sobre una polémica que tiene al mundo del espectáculo en vilo hace semanas.
Claro que hablamos de la pelea entre Wanda Nara y Mauro Icardi, quienes actualmente batallan por la tenencia de las hijas que tienen en común. En ese marco, Daniel Gómez Rinaldi se refirió a los dichos despectivos de la blonda al hablar de los hijos de la China Suárez y asentó su tajante postura en vivo.
«No me gusta para nada cuando Wanda descalifica a los hijos de la China, meterse con ellos me parece de cuarta, una grasa, como es», disparó Daniel Gómez Rinaldi sin tapujos. A continuación, otro de los panelistas de «Implacables» acotó: «Hay un audio, se nota que está editado, y aparece la voz de la nena».
Y añadieron: «Esta semana hubo una audiencia, se encontraron los dos, no se pusieron de acuerdo. Acá lo que se está batallando es la tenencia de las hijas». Araujo, colega de Daniel Gómez Rinaldi en el ciclo de chimentos, tomó la palabra y afirmó: «Nadie está pensando en la salud mental de las chicas».
«Poner el juego la salud emocional de los chicos, me parece muy grave. El presidente de Galatasaray ya confirmó que Mauro Icardi va estar allá con la China». sostuvo. Por último, la comunicadora agregó: «Es lamentable, Mauro todavía no está viendo a los chicos. Wanda le ofreció la casa de Santa Bárbara. Me dicen que discutieron, incluso se insultaron».
Fuerte descargo
Al igual que el ciclo que integra Daniel Gómez Rinaldi, en «Intrusos» también hicieron alusión al conflicto de Wanda Nara y la abogada de Mauro Icardi fue la encargada de salir a dar la cara. «Mauro quiere estar con sus hijas. Mauro no se convirtió en ogro en una semana», expresó la letrada frente a las cámaras de América TV.
«Pidió una cautelar para que no tuvieran contacto con el padre. Quiero recalcar que Mauro jamás pidió cautelar», agregó la letrada posteriormente y finalizó su relato con una tajante afirmación: «Las nenas vivían en Estambul con el papá, tendrían que volver a su centro de vida».
