Israel otorgó un plazo de 48 horas a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) para que cierre todas sus oficinas en Jerusalén Este. Así lo anunció Danny Danon, embajador israelí ante la ONU, quien argumentó que la ley israelí prohíbe a esta agencia operar en el territorio soberano de Israel.
«UNRWA deberá cesar sus operaciones y evacuar todos los locales en los que opera en Jerusalén, incluidas las propiedades situadas en Ma’alot Dafna y Kfar Aqueb», afirmó Danon en una rueda de prensa previa al Consejo de Seguridad de la ONU. El embajador añadió que Israel no permitirá «ningún servicio o actividad de representación» dentro de su territorio.
Acusaciones de Israel y contexto legal
La ley que fundamenta esta medida fue aprobada el año pasado y establece que la UNRWA no puede prestar servicios en áreas consideradas parte de Israel, incluyendo Jerusalén Este, hogar de más de 300.000 palestinos que no tienen los mismos derechos que los ciudadanos israelíes.
Israel acusa a la UNRWA de tener vínculos con Hamás, aunque solo ha presentado pruebas específicas contra algunos trabajadores. “La UNRWA pone en riesgo la seguridad de Israel y perpetúa la situación de los refugiados palestinos en lugar de buscar soluciones”, argumentó Danon.
Respuesta de la UNRWA y críticas internacionales
El director de la UNRWA, Philippe Lazzarini, denunció en el Consejo de Seguridad que esta medida «pone en riesgo las vidas y el futuro de los palestinos en el territorio palestino ocupado». Según la agencia, el 60% de los alimentos enviados a Gaza durante la guerra iniciada en 2023 fueron distribuidos por ellos.
La ONU subrayó que los servicios de la UNRWA son insustituibles y no hay otra entidad capaz de asumir su rol en salud y educación en los territorios palestinos ocupados.
