El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó este jueves que no hay sobrevivientes tras la colisión entre un avión comercial y un helicóptero militar en las cercanías del aeropuerto Ronald Reagan. En una conferencia de prensa desde la Casa Blanca, aseguró que se llevará a cabo una investigación exhaustiva para determinar las causas del accidente.
«Es una tragedia que nunca debería haber ocurrido», expresó Trump y dijo que el FBI ya trabaja en la recopilación de pruebas. Según el mandatario, el helicóptero militar involucrado en la colisión estaba en una «posición increíblemente mala» y cuestionó por qué la torre de control no intervino con instrucciones claras para evitar el impacto.
Trump también criticó las políticas de seguridad aérea implementadas durante las administraciones de Joe Biden y Barack Obama, acusándolas de haber debilitado los controles en la contratación de personal. «La Administración Federal de Aviación (FAA) estuvo contratando trabajadores que padecen discapacidades intelectuales severas, problemas psiquiátricos y otras condiciones bajo una iniciativa de contratación de diversidad e inclusión», afirmó el presidente.
En un tono enfático, Trump insistió en que su prioridad es la seguridad: «Yo pongo la seguridad primero. Obama, Biden y los demócratas pusieron la política en primer lugar». Añadió que, durante las administraciones previas, se implementaron políticas que afectaron la eficacia de los controladores aéreos, lo que, según él, podría haber contribuido a la tragedia.
La hipótesis de Trump sobre la tragedia aérea que conmocionó a todo Estados Unidos
El presidente también utilizó sus redes sociales para expresar su indignación por el accidente. «El avión estaba en una línea de aproximación perfecta y rutinaria al aeropuerto», escribió en X. «El helicóptero estuvo yendo durante un largo rato directo hacia el avión. Es una NOCHE CLARA, las luces del avión estaban encendidas. ¿Por qué el helicóptero no subió ni bajó, ni giró? ¿Por qué la torre de control no le dijo al helicóptero qué hacer en lugar de preguntar si vieron el avión?», cuestionó Trump, calificando el episodio como «una mala situación que debería haberse evitado».
El accidente involucró un avión Bombardier CRJ700 de American Eagle con 60 pasajeros y 4 tripulantes a bordo, que impactó con un helicóptero Sikorsky H-60 que transportaba cuatro militares. Los informes preliminares indican que el avión se habría partido por la mitad al impactar con el agua, mientras que el helicóptero quedó sumergido boca abajo en el río Potomac.
Trump concluyó su discurso pidiendo un momento de silencio por las víctimas y calificando la jornada como «una noche oscura y una tragedia de proporciones horripilantes». «Nuestros corazones están destruidos y buscamos una respuesta», manifestó, asegurando que su administración no descansará hasta esclarecer lo sucedido.
