Como sucede todas las tardes, Mario Massaccesi volvió a ponerse al frente de Cuestión de Peso (CDP), el ciclo que se emite a través de la pantalla de Canal Trece. Allí, se vivió un momento muy triste a raíz de lo que le pasó a Marianella, quien perdió a su perrito Eros, que falleció el último fin de semana.
Esto sucedió después de una gran agonía y de una terrible tristeza que ya había expuesto. «Fue un fin de semana muy duro para vos… Es la primera vez que nos pasa. Ella contó que su refugio fue un atracón de comida», dijo el conductor en el programa.
«Me di un atracón, no me pude contener. Estaba muy angustiada, se me murió el perro en mis brazos. No puede hacer nada, me está haciendo muy mal», contó la participante. «Mi familia estuvo muy preocupada, trató de hacer todo lo posible para que no cayera en la comida, pero no pudieron. Decidí venir para estar contenida, para no quedarme en mi casa a comer», aseveró delante de Mario Massaccesi.
«El fin de semana estuve tirada en la cama todo el día», dijo y el presentador le dio palabras de aliento. «Si pudiéramos con todo, aún con los seres vivos que amamos, seríamos infalibles, pero lamentablemente no lo somos. Aunque demos todo, hay circunstancias, entre ellas la muerte, que no dependen de nosotros», aclaró.
Fue en sus redes sociales donde Marianella se manifestó al respecto. «El día que llegaste fue extraño, porque mi estado no era el mejor, y el tuyo tampoco, estabas asustado, tímido y sin ganas de estar donde estabas. Verte así generó el primer cambio, levantarme de la oscuridad que me envolvía, para hacerte sentir a gusto en tu nuevo hogar. Y así fue, en cuestión de horas ya estabas comiendo y yo muriendo de la ternura por tus payasadas. Poco a poco y casi sin darme cuenta, los dos nos adoptamos mutuamente y nos alegramos la vida», manifestó.
«Hoy mi vida vuelve al lugar donde estaba antes de tu llegada, no tenerte a mi lado fue una tortura. Pero más dolorosa fue esa despedida, el momento exacto donde tuve que dejarte ir, donde tuve que soltar la esperanza de salvarte, donde tuve que hacerme a la idea de que ese sería nuestro último abrazo, tu última mirada de amor, nuestra última interacción. No sé que voy a hacer sin vos, sin que me persigas a todos lados, sin que me recibas al volver a casa, sin nuestras siestas abajo de la mesa, tus besos y sobre todo sin tu amor. Te vas en el momento donde sentí que volvía a tomar las riendas de mi vida. Pero qué injusta es la vida, siempre se lleva a los que amo. Te amo, hijo, gracias por amarme como nadie, gracias por ayudarme a vivir, gracias por ser un perrito feliz hasta el final, volvé, en la forma que quieras, pero volvé», sentenció.
