Pese a que en el pasado ha sido bastante criticado por su modus operandi, no hay dudas de que Cuestión de Peso ha logrado convertirse en uno de los programas más vistos de Canal Trece. Y es que Mario Massaccesi ha logrado resolver cómo llevarlo adelante para que los participantes no sean discriminados y pueden sentirse cómodos.
De vuelta en Cuestión de Peso, Luis Zerda, uno de los viejos participantes más recordados del programa, dejó a todos atónitos al hablar del momento más duro de su vida. El muchacho, que llegó a pesar 270 kgs y que realizó un cambio magistral en su temporada, no pudo evitar quebrarse al recordar cuando fue diagnosticado con leucemia.
“El momento más triste fue cuando me diagnosticaron leucemia. Estuve al borde de la muerte, me salvaron los médicos”, contó Luis Zerda. En tanto, Sergio Verón aclaró: “Luisito tiene leucemia y esta enfermedad está en remisión, lo estudiamos en la Academia de medicina, se hicieron estudios en ese momento, y por suerte en este momento su leucemia está en remisión”.
En medio de la emoción, Sergio Verón recordó: «Yo lo conocí en la provincia de Santa Fe, estábamos haciendo casting por todo el país. Tenía muchas dificultades, en un entorno familiar bastante humilde. Desde su niñez siempre fue un chico con exceso de peso y obesidad. Eras bastante tímido, el publo lo acompañó y era más los que me hablaban de Luis de lo que él hablaba en ese momento».
«Yo pesaba 204 kgs en ese momento. Aquel Luisito tenía una familia hermosa, mi viejo es lo mejor que me pasó en la vida. Tengo un hermano con discapacidad, que nunca lo conté. Hoy me atrevo a contarlo, tiene sobrepeso también. Que hoy él me vea así es una gran ayuda para él. A mí familia no le gusta que me ponga a pelear, odio esa faceta», expresó Luis Zerda.
«No soy mala persona, aprendí a poner límites. El momento más feliz de mi vida será cuando ponga la firma», expresó entre lágrimas. «A veces al Luisito que queremos también hay que ir a buscarlo, pretendemos que la gente llegue servida a nuestra vida. Dicen en Oriente: ‘cuando rascamos el barro, aparece el brillo», señaló en tanto Mario Massaccesi.
«Se cayó y se levantó, se volvió a caer y se levanta tantas veces como se ha caído, siempre pidiendo ayuda. Él está acá, es otro Luis y admite que se puede caer», agregó Massaccesi. «Reconocer es ser hombre, puedo ser hombre y pedir disculpas a la gente que me ayudó. Cuando estuve mal me equivoqué y pedí disculpas, ante la desesperación uno no sabe qué hacer», sentenció Luisito.