La fundación nacional Space Kids consiguió llevar a cabo un acontecimiento histórico de la mano del primer vino argentino en llegar al espacio. Tamaña misión, no exenta de osadía, resalta lo fundamental que resulta la educación espacial y tecnológica para el futuro de la humanidad.
La variedad escogida para representar al país fue un vino Malbec y tal decisión no fue azarosa. Este vino configura indudablemente un emblema que representa el impacto de la tradición vinícola argentina en lo que atañe a la exploración espacial.
Este vino se mantuvo flotando en la estratosfera durante un período total de dos horas, llegando a alcanzar 33 kilómetros y medio de altura. En contraste con los vinos franceses que fueron enviados a la Estación Espacial Internacional, este ejemplar de Malbec supuso la primera botella de vino en ser expuesta de manera directa al espacio.
El método de traslado consistió en un globo de hidrógeno que se expandió un total de 25 metros antes de destruirse. Posteriormente, el vino completó el descenso en paracaídas tras un trayecto de dos horas y 30 minutos.
¿Por qué el Malbec?
A manera de precedente, durante el mes de marzo de 2024, una astronauta que participa en misiones espaciales simuladas en la Tierra emprendió un estudio acerca de la desenvoltura del Malbec en el espacio. Este estudio se llevó a cabo en el Instituto Lunares de Polonia, mediante la comparación de la germinación de semillas de uva Malbec en tierra y polvo de meteorito lunar. El estudio consideró la plausibilidad del cultivo de uvas en el espacio para la producción de vino. Los resultados arrojaron que las semillas germinan de manera mucho más lenta en condiciones espaciales.
La iniciativa responde a un doble propósito: por un lado, el de recaudar fondos para garantizar la educación continúa y avanzar en la investigación de la alimentación espacial, empresa de sumo interés para el futuro de la humanidad. Tal es así que se estima que para 2050 se precisará del doble de alimentos, y que el 50% del PBI estará orientado a la industria espacial.
Según declaró el CEO de Space Kids «La idea nunca fue la de hacer publicidad a una marca de vino en particular, sino que mandáramos algo que represente un símbolo de Argentina, y el Malbec es efectivamente simbólico en Argentina. Asimismo, es un mensaje para la industria vinícola de que podemos llevar la industria nacional al espacio, y podemos producir en el espacio. Es decir, esta misión tenía muchas connotaciones, y gracias a Mendoza, por las condiciones climáticas y porque en muchas ocasiones representa de la mejor manera al país, hemos logrado que sea un vino, el elemento que de alguna forma simbolice todo lo que estamos aludiendo».
Los objetivos de Space Kids
Como puede sugerirse a partir de su nombre, la misión de Space Kids pretende preparar a cerca de un millón de jóvenes de cara al año 2035, dotándoles de conocimientos en STEM e industria espacial. A través de proyectos educativos que abordan algunos de los más acuciantes problemas en Latinoamérica, tales como la educación y la alimentación, la fundación lleva a cabo cursos, conversaciones, laboratorios propios y granjas robóticas que se financian mediante el apoyo y los aportes de donantes y alianzas estratégicas con instituciones educativas líderes y los diferentes gobiernos.
Como proyecto a futuro, la fundación declara que es su intención enviar a un grupo de jóvenes de entre 13 y 17 años a estudiar durante una semana en la NASA, en la ciudad de Orlando, Florida. Tal proyecto ofrecerá a los jóvenes una experiencia educativa única, cuyo objetivo principal es inspirarlos a perseguir carreras en ciencias espaciales y STEM.
Asimismo, con el propósito de recaudar fondos, Space Kids desarrolló una original idea: subastar el primer vino argentino en llegar al espacio. Hasta el mes de marzo de este año, es posible postular una oferta en la página oficial de la subasta si lo que se desea es ser el poseedor de un vino Malbec que efectivamente alcanzó a estar en contacto con el espacio exterior.