Vaca Muerta cerró 2024 con un récord histórico que registró un total de 17,796 etapas de fractura, marcando un crecimiento del 20% en comparación con 2023. Este hito refuerza el liderazgo de la formación no convencional como el eje energético de Argentina y un actor clave en el mercado internacional. En diciembre, la actividad alcanzó su punto más alto con 1,227 fracturas, consolidando un cierre espectacular para el año.
Según Luciano Fucello, country manager de NCS Multistage, el sector estuvo muy cerca de cumplir con la proyección de 18,000 fracturas anuales anticipada en octubre. «El desempeño revela el enorme potencial de esta formación», destacó.
YPF lidera mientras las empresas privadas ganan terreno
En el desglose de las operaciones, YPF se mantuvo como el líder indiscutible con 8,732 fracturas realizadas en el año. Sin embargo, compañías como Tecpetrol (1,453) y VISTA (2,396) demostraron un avance significativo, consolidando un sector diversificado. Otras empresas como Shell, PAE y Pluspetrol también aportaron al crecimiento global de la actividad.
Auge de inversiones y beneficios económicos
El crecimiento no se limita a las etapas de fractura. Las inversiones en Vaca Muerta también registraron un salto importante, impulsadas por la confianza en su potencial. Este dinamismo no solo genera más empleo y recaudación fiscal, sino que también impulsa las exportaciones de hidrocarburos.
Las provincias productoras, como Neuquén, se benefician directamente del auge de la industria, que dinamiza las economías regionales. En paralelo, surgen oportunidades para proyectos de infraestructura relacionados, como el transporte de gas y la construcción de plantas de exportación.
Desafíos ambientales y sostenibilidad
El crecimiento de Vaca Muerta también enfrenta desafíos, especialmente en términos ambientales. La fractura hidráulica demanda grandes volúmenes de agua y genera residuos peligrosos que requieren un manejo adecuado. Según expertos, la capacidad actual para tratar estos residuos está desfasada frente al aumento de la actividad.
Empresas del sector han adoptado medidas para mitigar los impactos ambientales, como el monitoreo constante del agua y el aire. Sin embargo, se necesita un refuerzo en las regulaciones para asegurar que el crecimiento sea sostenible a largo plazo.
Un 2025 con expectativas altas
Con más inversiones y nuevas tecnologías, Vaca Muerta cerró 2024 con un récordlas perspectivas para Vaca Muerta y en sus expectativas en 2025 son alentadoras. La formación continúa consolidándose como una apuesta estratégica para el futuro energético de Argentina y el mundo.
El desafío ahora es equilibrar el crecimiento económico con la sostenibilidad ambiental y logística. Los números del 2024 confirman que Vaca Muerta es una pieza clave en el mapa energético global, lista para seguir rompiendo récords.