Tras la multitudinaria marcha LGBTIQ+ en rechazo a las declaraciones de Javier Milei en el Foro de Davos, Cristina Kirchner reflexionó sobre el impacto de las manifestaciones contra el Gobierno y afirmó que los límites de la gestión de Milei no estarán en la ideología, sino en las aspiraciones y emociones de la sociedad.
«Las dos marchas más multitudinarias, plurales y transversales, en rechazo a políticas gubernamentales de Milei o a sus exabruptos ‘ideológicos’ -con amenazas de clausura de derechos- no tuvieron que ver con la ideología, sino con ASPIRACIONES y EMOCIONES», sostuvo la exmandataria en la red social X.
En su análisis, la exsenadora nacional recordó la masiva protesta en defensa de las universidades públicas y remarcó que no se trató de un reclamo meramente político: «La marcha por las universidades públicas fue masiva y no fue ideológica, más allá de que la universidad pública y gratuita es un postulado histórico del movimiento popular, nacional y democrático».
«Al intentar el desfinanciamiento y cierre de universidades, Milei chocó con el sueño de los argentinos -que nosotros los peronistas definimos como movilidad social ascendente- y que en realidad se expresa en algo menos científico y mucho más sencillo: la aspiración de lograr prosperidad, no solo en lo económico, sino también en el reconocimiento de la comunidad en la que cada uno vive», insistió la actual presidenta del Partido Justicialista nacional.
El mensaje tras la marcha LGBTIQ+
En relación con la manifestación del colectivo LGBTIQ+, la líder de Unión por la Patria señaló que la protesta trascendió la cuestión de género y diversidad: «La marcha de ayer -cuya convocatoria original fue por la agresión y difamación de la comunidad LGTB en el discurso de Davos- terminó movilizando a distintos sectores de la sociedad, por fuera de las cuestiones de género o diversidad».
Además, apuntó directamente contra Milei por sus declaraciones en el foro internacional y advirtió sobre las consecuencias de sus palabras: «La deshumanización expresada por Milei, al desconocer que los sentimientos no tienen género, galvanizó en el deseo y el derecho a la felicidad, de elegir con libertad la pareja con quien compartir la vida y, si lo desean, formar su familia».
Para finalizar, Cristina marcó lo que considera los verdaderos límites del Gobierno libertario y dejó una advertencia sobre las demandas sociales: «Derecho a la prosperidad y a la felicidad son los límites que Milei no solo no podrá violar, sino a los que, además, deberá dar respuesta más temprano que tarde».