El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) publicará el próximo jueves 13 de febrero, a las 16 horas, el dato oficial de inflación de enero. A pesar de que el mes comenzó con aumentos en alimentos y bebidas, en las últimas semanas la tendencia se desaceleró, y las consultoras privadas estiman que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) cerraría entre el 2% y el 2,3%. De confirmarse estas cifras, sería el registro más bajo de la gestión de Javier Milei, luego del 2,4% en noviembre y del 2,7% en diciembre.
El Gobierno nacional confía en que la desaceleración inflacionaria se consolidó, en parte gracias a la reducción del ritmo de devaluación del dólar oficial, el llamado crawling peg, que el Banco Central implementó a principios de febrero. Esta medida fue interpretada como una señal de que el Ministerio de Economía considera que la inflación está bajo control.
Sin embargo, las perspectivas para febrero generan incertidumbre. La fuerte suba del 15% en el precio de la carne en lo que va del mes, sumada a los incrementos en las tarifas de servicios públicos y otros rubros sensibles, podría revertir la tendencia y alejar la posibilidad de que el IPC baje del 2%. La última vez que se registró una inflación mensual inferior a ese nivel fue en julio de 2020, cuando, en plena cuarentena estricta, el índice marcó 1,9%.
Las estimaciones de inflación de enero 2025
El último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), elaborado por el Banco Central con la participación de 39 consultoras y entidades financieras, proyectó una inflación del 2,3% para enero. Sin embargo, en los últimos días, varias consultoras ajustaron sus estimaciones a la baja.
EcoGo, dirigida por Marina Dal Poggetto, inicialmente proyectó un 2,3%, pero ahora estima que el índice cerrará en torno al 2%. La misma previsión tienen C&T Asesores Económicos, de Camilo Tiscornia y María Castiglioni, y otras consultoras como LCG, Analytica y Equilibra.
Las proyecciones para febrero: el impacto de la suba de la carne
El arranque de febrero estuvo marcado por un aumento semanal del 2,3% en alimentos y bebidas, según el relevamiento de precios de LCG. Si bien es habitual que los primeros días del mes registren ajustes que luego se estabilizan, la tendencia preocupa, especialmente por el incremento del precio de la carne.
Comparado con la última semana de enero, la primera de febrero mostró subas en el 21% de los productos relevados, diez puntos más que la semana previa. En este contexto, el precio de la carne ha sido uno de los principales impulsores de la inflación. Según LCG, junto con bebidas, explicó más del 80% de las subas registradas en la última semana.
El informe de Equilibra también advierte sobre la aceleración en los precios, con un incremento semanal que pasó del 0,3% al 1,1%. “La suba estacional de la carne vacuna ya se siente en el mercado minorista: en la semana, el rubro ‘Carnes y otros derivados’ trepó un 2,6%, con la carne vacuna aumentando un 3,7%, lo que llevó a alimentos y bebidas sin estacionales y al nivel general a un 1,1% semanal”, detalla el documento.
La carne como el culpable de la suba
La evolución del precio de la carne tendrá un fuerte impacto en el IPC de febrero. En el Gran Buenos Aires (GBA), este rubro representa casi el 7% del índice total, mientras que en algunas regiones del norte del país su incidencia supera el 13%.
En la industria cárnica, reconocen que, a pesar de los precios retrasados y del bajo consumo que marcó el 2024, no hay mucho margen para seguir aumentando los valores, aunque algunos cortes podrían registrar incrementos puntuales en las próximas semanas.
Así, mientras el Gobierno espera consolidar la baja inflacionaria con cifras alentadoras en enero, el impacto de la carne y las tarifas en febrero podría representar un nuevo desafío para la política de estabilización de precios.