El índice de Payway, que analiza la evolución de los pagos digitales, informó que en 2024 el uso de tarjetas de crédito representaron el 61,2% de las operaciones bancarias realizadas con tarjeta. Este crecimiento se debió al impacto de la devaluación, la inflación y, posteriormente, a la baja de tasas y las promociones en cuotas.
El informe detalló que la participación del crédito sigue en alza debido a los planes de financiación más largos. Estos datos coinciden con el último informe de Pagos Minoristas del Banco Central, que registró un incremento del 23% en el uso de tarjetas de crédito en diciembre de 2024, en comparación con el mismo mes del año anterior. En contraste, las operaciones con débito cayeron un 7,7% en el mismo período.
Más financiamiento, menos pagos en efectivo
Payway destacó que la tendencia se vio impulsada por la baja de tasas y las estrategias de los emisores de tarjetas. Esto provocó que los consumos en un solo pago bajaran del 58,6% en 2023 al 55% en diciembre de 2024.
El informe también reflejó la creciente digitalización de los pagos en Argentina, en detrimento del efectivo. La cantidad de transacciones con tarjetas cayó un 7% en el último trimestre del año pasado. Además, el retiro de dinero en comercios se redujo casi un 15%, mientras que las extracciones en cajeros automáticos bajaron un 4,2%.
El boom del código QR
Otro dato relevante del estudio es el aumento de las transacciones con código QR, que crecieron un 268% en comparación con el año anterior. Este avance responde a la mayor interoperabilidad del sistema financiero y a la adopción de tecnologías como los pagos con tarjetas contactless y dispositivos NFC en el transporte público.
Emiliano Porciani, Chief Business Officer de Payway, destacó que el 2024 fue un año clave en la transformación digital de los pagos en Argentina. Mencionó la implementación de medidas como «Pedí el POS» y la reducción de la carga fiscal como factores clave en este proceso.
Con estos cambios, el sector financiero se prepara para un 2025 con más digitalización y la posible consolidación del bimonetarismo, que podría transformar aún más la dinámica de pagos en el país.