El gobierno de Javier Milei anunció este martes la designación en comisión de los jueces Ariel Lijo y Manuel García Mansilla para integrar la Corte Suprema de Justicia. La medida se tomará por decreto y regirá hasta la finalización del próximo período legislativo, según indicó la Oficina del Presidente en un comunicado oficial.
Según el documento, el objetivo de la decisión es evitar que «los intereses de la política se interpongan por sobre los del pueblo argentino». Además, el Ejecutivo señaló que la Corte Suprema no puede funcionar con normalidad con solo tres ministros, lo que justificaría la urgencia de la medida.
Justificación del Gobierno
Desde Casa Rosada indicaron que la administración de Javier Milei continuará con el trámite legislativo correspondiente para que el Senado analice los pliegos de los magistrados. «El Gobierno Nacional no tolera ni tolerará que los intereses de la política se impongan por sobre los del pueblo argentino», remarca el comunicado.
Asimismo, el Gobierno argumentó que el Senado no tiene la facultad de rechazar candidatos basándose en «preferencias personales o políticas». Según el documento, la politización de la Justicia es una de las principales razones por las que los ciudadanos no cuentan con un servicio judicial eficiente.
— Oficina del Presidente (@OPRArgentina) February 25, 2025
Antecedentes y respaldo político
El comunicado también recordó que durante las presidencias de Néstor Kirchner y Mauricio Macri, hubo un amplio consenso político en la designación de jueces para la Corte Suprema. En ese sentido, señalaron que la Constitución establece que es el Presidente quien tiene la facultad exclusiva de proponer candidatos para el máximo tribunal.
Desde el oficialismo sostienen que el Senado debe limitarse a evaluar la idoneidad técnica de los postulantes y no bloquear las propuestas por cuestiones partidarias. La decisión de Milei podría generar tensiones en la cámara alta, donde el oficialismo no cuenta con mayoría propia.
Con esta jugada, el Gobierno busca acelerar el proceso de nombramiento en la Corte Suprema, garantizando un tribunal con cinco miembros en funciones. La reacción del Senado será clave en los próximos días para definir si los jueces designados se mantienen en sus cargos de manera permanente.