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POLÍTICA

Javier Milei respondió preguntas sobre la marcha LGBT+ y el cepo cambiario: «Me apena que hayan sido usados por un video editado»

El mandatario sostuvo que los sectores kirchneristas y de izquierda manipularon la marcha con fines políticos.

Javier Milei

El presidente Javier Milei respondió este domingo a las críticas que surgieron tras la marcha LGBT+ convocada en rechazo a su discurso en el Foro de Davos. A través de X, el mandatario apuntó contra los sectores kirchneristas y de izquierda, asegurando que la protesta fue manipulada con fines políticos y basada en una tergiversación de sus declaraciones.

«Me apena mucho que hayan sido usados por las basuras del Partido del Estado mediante un video que fue editado, cuando la versión completa del mensaje no brinda lugar a dudas», escribió Milei en su cuenta.

La manipulación política detrás de la marcha

El evento, presentado como una movilización en defensa de los derechos de la comunidad LGBT+, se transformó rápidamente en un acto partidario de la oposición. La convocatoria fue impulsada por los mismos sectores que gobernaron durante décadas y dejaron al país sumido en la pobreza, con un Estado ineficiente que solo sirvió para financiar militancia y estructuras clientelistas.

Bajo la excusa de repudiar un supuesto ataque a la diversidad, dirigentes kirchneristas, gremialistas y agrupaciones de izquierda se apropiaron de la marcha para atacar al gobierno. Sin embargo, estos mismos sectores nunca se movilizaron cuando hubo denuncias de abuso y violencia dentro de sus propias filas, como en los casos de José Alperovich o Fernando Espinoza, ni cuando se expusieron los privilegios que ellos mismos mantienen a costa del bolsillo de los argentinos.

El cepo cambiarlo y la economía en la agenda de Milei

En paralelo a la discusión política, Milei también respondió preguntas sobre la economía y reiteró su compromiso de eliminar el cepo cambiario. Un usuario le consultó: «¿Cepo sí o cepo no?», a lo que el Presidente contestó: «En 2026 no habrá más CEPO».

La decisión de mantener las restricciones por un tiempo más responde a la necesidad de ordenar el descalabro económico heredado, generado por las políticas de despilfarro y emisión sin control implementadas por los gobiernos kirchneristas. La liberación del mercado cambiario dependerá de la estabilización de las cuentas fiscales y de la acumulación de reservas, un proceso que la administración Milei ya puso en marcha.

Un debate inesperado: fútbol y homenajes

Lejos de quedarse solo en el plano político, Milei también se tomó el tiempo para responder preguntas sobre fútbol. Al consultarse sobre su arquero preferido entre Hugo Orlando Gatti y Ubaldo Fillol, no dudó en elegir al «Pato». «EL PATO FILLOL POR ESCÁNDALO», sentenció.

Incluso bromeó sobre Gatti: «Yo también… para que sea el arquero del equipo contrario… así en cualquier momento me regala un gol cómico…».

También aceptó la invitación de un usuario para asistir a la inauguración de la estatua de Osvaldo Zubeldía en la cancha de Estudiantes de La Plata. «VAAAAAAAAMOOOOOO…!!! ME ENCANTA LA IDEA…!!! HOMENAJE A DON OSVALDO…!!!», escribió con entusiasmo.

El kirchnerismo y su intento desesperado de instalar una narrativa

Más allá de la marcha, el kirchnerismo no perdió la oportunidad de buscar protagonismo. Cristina Kirchner, a través de X, lanzó una crítica dirigida al Presidente: «Derecho a la prosperidad y a la felicidad son los límites que [Javier] Milei no solo no podrá violar, sino a los que, además, deberá dar respuesta más temprano que tarde».

La respuesta desde el oficialismo no tardó en llegar. El vocero presidencial, Manuel Adorni, cruzó a la exmandataria con dureza: «Hablan del ‘derecho a la prosperidad’ aquellos que hundieron en la pobreza al 57% de la población y dejaron pobres a 2 de cada 3 niños en la Argentina. Hablan del ‘derecho a la felicidad’ aquellos que dejaron sin futuro a toda una generación. Hablan. Fin».

El gobierno de Milei no cayó en la trampa discursiva del kirchnerismo y la izquierda, que intentan instalar la idea de un supuesto ataque a los derechos de las minorías cuando, en realidad, lo que está en juego es el desmantelamiento de sus estructuras de poder. La verdadera preocupación de estos sectores no es la defensa de la comunidad LGBT+, sino la pérdida del control sobre los recursos del Estado, que utilizaron durante años para sostener sus privilegios y perpetuar su narrativa.