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POLÍTICA

Javier Milei y el triángulo de hierro analizarían posibles cambios en el Gabinete: Luis Petri y Mariano Cúneo Libarona en la mira

El círculo más íntimo de la gestión libertaria busca salidas para encauzar y contener el impacto negativo del escándalo.

Javier Milei

El gobierno de Javier Milei atraviesa su primera crisis política de magnitud tras el escándalo por el auspicio del Presidente a la criptomoneda $LIBRA. En medio de una semana negra para la administración libertaria, el mandatario y su círculo más cercano evalúan posibles cambios en el Gabinete para contener el impacto del caso y encauzar la gestión antes de la apertura de sesiones en el Congreso, el próximo 1 de marzo.

El llamado “triángulo de hierro” conformado por Milei, su hermana Karina y el asesor presidencial Santiago Caputo enfrenta crecientes críticas y presiones. A este grupo se suma en las sombras Manuel Adorni, vocero presidencial y figura clave en la estrategia de comunicación oficial. Mientras el gobierno intenta desviar la atención, la investigación judicial en Estados Unidos sobre la maniobra cripto se ha convertido en una amenaza latente que escapa al control de la Casa Rosada.

En este contexto, el viaje de Caputo a Washington, en un intento por reforzar su imagen y la de Milei, ha generado inquietud en el resto del equipo presidencial, donde muchos sienten que podrían ser parte del “menú” de ajustes inminentes.

Petri y Cúneo Libarona en la mira

Entre los nombres que aparecen en la lista de posibles desplazamientos figuran el ministro de Defensa, Luis Petri, y el titular de Justicia, Mariano Cúneo Libarona.

Petri, excompañero de fórmula de Patricia Bullrich en la interna de Juntos por el Cambio, quedó en la mira luego de que su pareja, la periodista Cristina Pérez, realizara comentarios sobre las acusaciones de sobornos en la asignación de entrevistas con el Presidente. Aunque oficialmente se menciona su gestión en la compra de aviones F-16 y la cuestión de los hangares en Tandil como factores de presión, la principal causa de su posible salida sería la molestia de Karina Milei ante los rumores. En su lugar, suena el senador Luis Juez, un viejo aspirante a la gobernación de Córdoba que ha buscado acercarse a La Libertad Avanza.

Por otro lado, Cúneo Libarona enfrenta cuestionamientos por la fallida operación para designar a Ariel Lijo en la Corte Suprema. Aunque la estrategia fue impulsada por el juez Ricardo Lorenzetti, el ministro de Justicia podría convertirse en el chivo expiatorio. En su reemplazo se menciona al intendente de Mar del Plata, Guillermo Montenegro, un exjuez y dirigente con pasado en el PRO que migró hacia el espacio libertario.

La crisis que obligó a Caputo a salir de las sombras

Más allá de los posibles cambios en el Gabinete, el escándalo cripto alteró una de las principales dinámicas del gobierno de Milei: la discreción de Caputo.

El asesor, considerado el estratega más influyente en la Casa Rosada, fue blanco de críticas inusuales tanto dentro como fuera del oficialismo. Su entrevista televisiva, en la que intentó desestimar las responsabilidades del Presidente en el caso $LIBRA, fue vista como una muestra de desesperación ante la creciente presión política y judicial.

Incluso, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, deslizó que nadie en el gobierno es “imprescindible”, frase que muchos interpretaron como un mensaje directo a Caputo. Además, Francos enfrenta una pulseada interna con Karina Milei, quien busca reemplazar a su mano derecha, Lisandro Catalán, por Sebastián Pareja, su operador en la provincia de Buenos Aires.

El propio Mauricio Macri sumó críticas a la situación, señalando que Milei está “mal rodeado” y apuntando contra Caputo y Karina Milei. Además, el expresidente cuestionó la falta de transparencia en la fallida licitación de la Hidrovía, otro episodio que ha generado sospechas en el entorno libertario.

Un gobierno que resiste con el voto, pero pierde credibilidad

A pesar del escándalo, las encuestas indican que el nivel de apoyo electoral de Milei se mantiene estable. Sin embargo, la confianza en su gobierno ha sufrido un golpe significativo. Según un sondeo reciente, el 56,2% de los consultados considera que el Presidente es responsable del escándalo cripto.

El principal desafío para el oficialismo es la imagen de Milei en el exterior, donde su figura comienza a ser vista con mayor escepticismo. Esto impacta en su estrategia de atraer inversiones y fortalecer relaciones internacionales, un eje clave para su gestión.

El peronismo, sin respuestas y sin fracturas reales

Mientras el oficialismo enfrenta su crisis, la oposición peronista sigue sin encontrar una estrategia efectiva para capitalizar el descontento. Cuatro temas clave limitan su capacidad de desgaste sobre el gobierno: la inflación, el déficit fiscal, la seguridad y la corrupción.

El kirchnerismo busca posicionarse como alternativa, pero su credibilidad en estos asuntos sigue siendo baja. Además, los gestos de “autonomía” de Axel Kicillof en la provincia de Buenos Aires se interpretan como una estrategia de diferenciación, más que como una verdadera fractura interna.

En este escenario, el peronismo sigue dependiendo de los errores que pueda cometer Milei para generar una oportunidad política. Y aunque el libertario ha ofrecido motivos de sobra en las últimas semanas, la oposición aún no logra estructurar una narrativa convincente que le permita recuperar terreno.

Quién se queda en la mesa y quién en el menú

La crisis cripto dejó en evidencia que, por primera vez desde su asunción, Milei y su círculo de confianza están a la defensiva. Con cambios en el Gabinete en el horizonte y con la necesidad de reconstruir su imagen tanto a nivel local como internacional, el Presidente enfrenta un punto de inflexión en su mandato.

Y en este contexto, la frase que mejor resume la situación es la que recordaba un experimentado observador: “Si en política no estás sentado a la mesa, figuras en el menú”.