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SOCIEDAD

Las funciones y ventajas de las cavas de vino refrigeradas

Las prestaciones de estos nuevos electrodomésticos que llegaron para contribuir a la vida cotidiana de los pequeños entusiastas del vino.

Cavas para vino refrigeradas

Las cavas de vino refrigeradas son particularmente útiles cuando se trata de disfrutar el vino en su máxima expresión, pues, en verdad, el control de la temperatura es un aspecto clave. Los conocedores y entusiastas del vino comprenden que la temperatura de servicio adecuada puede mejorar o deshacer la experiencia de degustación.

Cuando se trata de disfrutar de una buena botella de vino, a menudo se pasa por alto el arte del almacenamiento. Muchos entusiastas del vino debaten si invertir en las cavas de vino refrigeradas es esencial o acaso nada más que un lujo extravagante. El almacenamiento de vino no consiste únicamente en mantener las botellas frías; sino que se trata de toda una forma de arte refinada. En efecto, el almacenamiento adecuado garantiza que los vinos envejezcan con gracia, preservando sus sabores y aromas.

Los refrigeradores y las heladeras tradicionales no están diseñados para este fin, ya que funcionan a temperaturas demasiado frías para el vino, además de carecer del control de humedad necesario. Así pues, para que el vino alcance su máximo potencial se requieren condiciones óptimas de almacenamiento. Los expertos coinciden en que es mejor almacenar los vinos a una temperatura constante de alrededor de 13°C. Los niveles de humedad entre el 50 y el 70% son ideales, ya que evitan que los corchos se sequen y ocasionen, de ese modo, la oxidación. Además, el vino debe protegerse de la luz solar directa y almacenarse en un entorno libre de vibraciones.

La diferencia entre cava y bodega

Existe una línea muy delgada entre el entusiasta ocasional del vino y el coleccionista serio. Así, por ejemplo, en un momento estás comprando inocentemente ofertas de vino en el supermercado y al siguiente te llevás un Bordeaux Grand Cru a casa en las valijas durante un viaje. A medida que el gusto por el buen vino evolucione y la colección crezca, inevitablemente será preciso un lugar mejor para almacenar de manera adecuada aquellos vinos clásicos.

Las dos opciones más populares para almacenar buen vino son las cavas de vino refrigeradas, o las bodegas personalizadas. Resta ver, pues, cuál es la más adecuada para cada quien. Si bien ambas son formas viables de almacenar vinos, cada una está diseñada para un trabajo ligeramente diferente.

Las bodegas son los refrigeradores de vino originales y existen desde hace cientos de años. Antiguamente, el sótano era la sala que presentaba la temperatura más fresca y constante de la casa. La mayoría de las primeras bodegas, incluso entre la aristocracia victoriana británica, consistían en unos pocos estantes simples para apilar botellas. Los espacios de almacenamiento modernos han avanzado un largo camino de progreso. En efecto, ahora pueden ubicarse en virtualmente cualquier espacio de la casa.

Estos recintos hechos a medida varían en tamaño, desde una pequeña despensa o armario hasta habitaciones de tamaño completo con capacidad para miles de botellas. Las bodegas modernas están selladas contra el vapor y utilizan sistemas de enfriamiento avanzados para gestionar automáticamente el medio ambiente. Y a menudo suponen auténticas obras de arte, construidas con materiales, iluminación y tecnología de lujo para contribuir al ambiente.

La mejor alternativa

Dado que las bodegas personalizadas tienen sistemas de enfriamiento de alta precisión, son mejores para los vinos costosos que requieren un ambiente muy estable. El control de la humedad es esencial para las botellas tapadas con corcho, que precisan de la humedad para envejecer de manera adecuada. Asimismo, estos sistemas profesionales se pueden dividir en zonas con mayor precisión para vinos que requieren diferentes entornos de envejecimiento. Las bodegas de vino también pueden ofrecer una mayor protección UV contra la luz solar y la iluminación ambiental.

Por su parte, las cavas de vino refrigeradas están aisladas para eliminar la vibración; Incluso el robo es un problema menor en un espacio tan exclusivo. Las cavas de vino refrigeradas pueden proporcionar una solución compacta e ideal para envejecer una colección pequeña, pero en términos generales son más adecuadas para el almacenamiento a corto plazo de vinos listos para servir.

Si construir una bodega de tamaño completo es inviable o no es necesario para el tamaño de la colección, una cava de vino refrigerada puede ser la opción adecuada para esas necesidades de envejecimiento. No obstante, es fundamental prestar especial atención al control de temperatura y humedad para garantizar que los vinos se almacenen en condiciones ideales. Hay muchas cavas para vinos en el mercado que no cuentan con ningún control de humedad, lo cual, dificultaría el almacenamiento a largo plazo.