El bloque de Unión por la Patria sufrió un golpe en la Cámara de Diputados tras la votación sobre la suspensión de las PASO. Lo que antes era un bloque unificado mostró sus fracturas internas, dividiéndose en tres posturas: votos en contra, a favor y abstenciones. Consciente del daño político, el kirchnerismo ahora busca rearmarse en el Senado para bloquear la iniciativa del oficialismo y frenar el avance de Javier Milei.
Mientras en Diputados la suspensión de las PASO fue aprobada por 162 votos, en el Senado el panorama es más incierto. Aunque aún no hay una decisión final, fuentes cercanas a los senadores kirchneristas adelantaron que será difícil revertir la postura de las provincias cuyos legisladores ya votaron a favor o se abstuvieron en la Cámara Baja.
Los votos clave en el Senado
Las provincias que eligen senadores este año son Ciudad de Buenos Aires, Chaco, Entre Ríos, Neuquén, Río Negro, Salta, Santiago del Estero y Tierra del Fuego. La clave para definir la votación estará en cómo se comportan los aliados y en si el oficialismo logra reunir el quórum necesario.
En Diputados, los representantes de Santiago del Estero y Tierra del Fuego votaron a favor de suspender las PASO, mientras que los de CABA y Chaco optaron por la abstención, lo que en el Senado puede funcionar como un voto positivo, ya que reduce el umbral necesario para aprobar la iniciativa.
Un dato relevante es la llegada de Stefanía Cora, una dirigente de La Cámpora que asumirá en reemplazo del detenido Edgardo Kueider. Su incorporación fortalecerá la postura kirchnerista en el Senado, pero no garantiza el rechazo al proyecto.
Además, en la Unión Cívica Radical hay tres senadores que han manifestado su desacuerdo con la eliminación de las primarias. Pablo Blanco, de Tierra del Fuego, Maximiliano Abad, de Buenos Aires, y Carolina Losada, de Santa Fe, habrían expresado dentro del bloque radical que prefieren mantener el sistema actual de elecciones internas. Sus votos serán clave para el desenlace de la votación.
El oficialismo, entre negociaciones y fracturas
El Gobierno de Milei necesita alcanzar 37 votos para el quórum y superar ese número para aprobar la iniciativa. En principio, cuentan con 24 votos asegurados, provenientes de La Libertad Avanza, el PRO, Cambio Federal, Despierta Chubut, el Frente Renovador de la Concordia, Juntos Somos Río Negro, el Movimiento Neuquino, Por la Justicia Social, Por Santa Cruz y Unidad Federal. Si logran sumar una parte de la UCR, la aprobación del proyecto será posible. Sin embargo, la resistencia interna de algunos radicales y el quiebre en el oficialismo complican el panorama.
Uno de los principales críticos dentro del espacio libertario es el senador Francisco Paoltroni, quien fue expulsado del bloque de La Libertad Avanza y rechaza la suspensión de las PASO. “¿En qué momento se coló este debate? ¿Cuándo estuvo en agenda? En campaña nunca fue una propuesta de La Libertad Avanza”, sostuvo en una entrevista radial. Paoltroni denunció que la maniobra beneficia a Cristina Kirchner, a Milei y a los gobernadores, ya que todos buscan ganar tiempo y reconfigurar sus estrategias electorales.
El kirchnerismo, entre el desconcierto y la resistencia
En Diputados, la votación superó las expectativas del oficialismo, que esperaba 140 votos y consiguió 162. Esto fue posible gracias al apoyo de una parte del kirchnerismo, lo que generó un fuerte debate interno en el peronismo. Ahora, en el Senado, el bloque K intentará evitar una nueva fractura, pero el resultado sigue siendo incierto.
Desde Unión por la Patria adelantaron que su estrategia será evitar darle el quórum al oficialismo. “Ellos necesitan de todos los demás para poder llegar al quórum. Si quieren sesionar, que junten los votos”, deslizaron fuentes cercanas al bloque opositor.
El desenlace en el Senado será clave para definir el futuro de las PASO y marcará el nivel de influencia que aún conserva el kirchnerismo en el Congreso. Lo que es seguro es que la estrategia de Cristina Kirchner de bloquear las iniciativas de Milei enfrenta cada vez más obstáculos, tanto por las divisiones internas del peronismo como por la creciente pérdida de poder de su espacio político.