El Gobierno de Javier Milei implementó una nueva medida que afecta al sector autopartista y que hace que tenga un impacto en la seguridad. La desregulación en autopartes permitirá el ingreso de repuestos sin certificación de seguridad a través del régimen de «pequeños envíos» o «puerta a puerta». Con esta disposición, los productos quedarán exentos del Certificado de Homologación de Autopartes y/o Elementos de Seguridad (CHAS), exigido por la Ley Nacional de Tránsito.
La medida, publicada por la Aduana, forma parte del plan de desregulaciones impulsado por el economista Federico Sturzenegger, quien en reiteradas ocasiones cuestionó la normativa vigente. En la industria advierten sobre el impacto de la resolución y alertan que podría fomentar la competencia desleal y la circulación de piezas sin garantía de calidad.
Preocupación en el sector autopartista
La desregulación en autopartes ha generado inquietudes. Empresarios del sector aseguraron que la incidencia de la medida dependerá del volumen de autopartes ingresadas por particulares. Sin embargo, cuestionan la falta de controles. «Si los repuestos importados a gran escala deben cumplir con la Ley Nacional de Tránsito, no tiene sentido que los adquiridos individualmente estén exentos», explicaron desde la industria.
En 2023, las cámaras que agrupan a fabricantes, comerciantes y talleres de reparación ya habían manifestado su rechazo a la flexibilización del sector. En ese momento, el Gobierno permitió que 142 autopartes desechadas regresaran al circuito de comercialización, ampliando la lista original de 30 productos.
Impacto en la industria local
La crisis en la industria autopartista se profundiza. En las últimas décadas, la participación de piezas nacionales en la fabricación de vehículos cayó drásticamente. Mientras Brasil anunció inversiones por 20.000 millones de dólares, en Argentina el monto proyectado ronda los 900 millones.
Las empresas advierten que la situación podría generar una migración de fabricantes hacia el país vecino. A corto plazo, varias multinacionales analizan dejar el país. «Solo esperan el momento político para dar el paso», indicaron fuentes del sector.
La discusión sigue abierta. Mientras el Gobierno de Javier Milei busca eliminar regulaciones, los fabricantes insisten en la importancia de los controles de calidad. «Lo barato puede salir muy caro», advirtieron, recordando que las normas vigentes garantizan la seguridad de los vehículos y sus ocupantes.