El Banco Central de la República Argentina (BCRA) flexibilizó el acceso al crédito en dólares al permitir que las entidades financieras utilicen sus propios dólares para otorgar préstamos en esa moneda a cualquier persona o empresa. La medida del Gobierno nacional, que busca frenar la caída de reservas y ampliar la oferta de divisas en el mercado, generó una fuerte reacción en el sector bancario, reavivando las tensiones entre los bancos nacionales y los extranjeros.
Desde la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA), que nuclea a la banca extranjera, alertaron sobre los riesgos que implica la decisión del BCRA. “La medida abre ciertos riesgos que hasta ahora no habían existido”, señalaron fuentes de una de las entidades del sector. En su argumento, sostienen que la restricción de otorgar créditos en dólares solo a exportadores estaba vigente desde 2003 para evitar descalces financieros en empresas cuyos ingresos son en pesos, previniendo situaciones como las ocurridas tras la crisis de 2001.
Sin embargo, el BCRA eliminó la norma que limitaba el uso de los dólares obtenidos mediante la colocación de deuda privada u otras líneas de financiamiento. Ahora, los bancos podrán otorgar préstamos en dólares a cualquier persona, empresa o actor económico. La medida responde a un reclamo que los bancos de capital nacional, nucleados en la Asociación de Bancos Argentinos (ADEBA), venían realizando desde hace meses.
El rol de ADEBA y el apoyo de los bancos nacionales
Los bancos de ADEBA habían presentado una propuesta en septiembre para ampliar la posibilidad de otorgar créditos en dólares a empresas medianas y grandes, incluso si no fueran exportadoras. Argumentaban que el sistema financiero contaba con suficientes “argendólares” —dólares atesorados dentro del sistema financiero producto de diversos mecanismos, como el blanqueo— para respaldar este tipo de préstamos.
En el Banco Central reconocen que la Comunicación A8202 responde a una necesidad planteada por algunas cámaras bancarias, aunque desde el sector financiero sostienen que la medida beneficia específicamente a ADEBA. “Esta comunicación tiene nombre y apellido: ADEBA. Y mete mucho ruido al sistema, porque una vez habilitada esta posibilidad, nadie la va a dejar pasar para no regalarle el segmento a la competencia”, señalaron fuentes bancarias.
Impacto en la competencia y el financiamiento en dólares
Con esta nueva disposición, las entidades que ya han emitido obligaciones negociables en dólares podrán utilizar esos fondos para otorgar créditos en moneda extranjera. Por ejemplo, el Banco Galicia realizó emisiones en octubre y noviembre por más de 300 millones de dólares para financiar la compra del HSBC, convirtiéndose así en el banco privado más grande del país. En diciembre, el Banco Supervielle también emitió deuda en moneda extranjera para aprovechar este nuevo escenario.
Algunos bancos sostienen que esta medida favorece principalmente a aquellas entidades que cuentan con sociedades de bolsa y servicios de asesoramiento para inversiones en el mercado de capitales. “Son diez bancos que manejan el redil de punta a punta”, indicaron desde una de las cámaras bancarias. Mientras tanto, el Gobierno busca aprovechar la flexibilización del crédito para mitigar la escasez de dólares en la economía.
La visión del Gobierno y los riesgos macroeconómicos
En el Ministerio de Economía consideran que la medida podría contribuir a una dolarización “endógena” de la economía, es decir, un proceso gradual impulsado desde el mercado financiero en lugar de una imposición del Estado. Sin embargo, desde los bancos extranjeros advierten que esta apertura podría generar problemas a largo plazo si no se mantiene un equilibrio macroeconómico sólido. “En la medida en que los fundamentos macro sean sólidos, los riesgos quedan mitigados. Por ahora, es contra fondeo en ON o capital propio, pero al final de todo el dinero siempre es fungible”, analizó un ejecutivo bancario.
El presidente del BCRA, Santiago Bausili, se había mostrado reticente a flexibilizar las restricciones, pero en diciembre el ministro de Economía, Luis Caputo, marcó una postura clara durante un evento en la Bolsa de Comercio. Allí, sostuvo que la intención del Gobierno es “desarrollar el crédito hipotecario en dólares para el sector inmobiliario, ya que se trata de una actividad dolarizada”.
El impacto en las reservas del BCRA
Más allá del debate entre los bancos, la medida busca también un objetivo concreto: frenar la caída de reservas del Banco Central. Desde el 3 de enero, la autoridad monetaria perdió 4.300 millones de dólares en reservas brutas debido a la salida de depósitos en dólares del sector privado, pagos de deuda y la intervención sobre el dólar financiero.
Los economistas coinciden en que la flexibilización del crédito en dólares busca ampliar la oferta de divisas en el mercado y sostener la estabilidad cambiaria. Sin embargo, advierten que si no se logra aumentar significativamente las exportaciones, el país podría enfrentar un mayor déficit comercial en los próximos meses.