Muy fuerte fue lo que se escuchó el último fin de semana en la mesa de Juana Viale por Canal Trece. Tiene que ver con uno de los invitados, Sergio Gonal, uno de los grandes humoristas de la Argentina. El histórico integrante de Videomatch recordó el complicado episodio de salud que vivió años atrás en el que se encontró al borde de la muerte.
“Fue una parte triste que viví y no sé por qué, porque siempre me consideré saludable, me cuidé”, señaló Sergio Gonal antes de iniciar con el duro relato. “Un día, haciendo temporada en Mar del Plata empecé a sentir un dolor fuertísimo, era como si me pegaran un piñazo en el estómago. Te la cuento breve, fui e hice función y al otro día voy al médico y me revisaban y me decían que podía ser una gastritis”, comenzó.
“Al mes me sucedió el mismo episodio. En el segundo episodio ya revisaba la parte cardíaca y me decía que no tenía nada. Me fui y el 31 de marzo terminé acá la función con un dolor raro y me voy a Buenos Aires con un retorcijón permanente en la zona baja. Llegó y se me pasó el retorcijón y me voy a Carlos Paz y hago funciones ahí”, continuó.
“Al otro día estoy ensayando una comedia con Pichu y me doblé de dolor. Pichu sufre de divertículos y me dice ‘ya te vas a la guardia’. Se me había micro perforado el intestino y me tuvieron a suero y sin alimentarme cuatro días, cerró y me mandan a casa y yo tenía un viaje programado a Brasil con mi mujer y me dijeron que vaya. Fui y comía con un miedo”, recordó.
“El 18 de julio volví a quedar internado y el 22 tenía peligro de septicemia, eran divertículos complejos. Hay condiciones emocionales, a mí me dijeron que el estrés juega, yo nunca me sentí un tipo muy estresado, pero…”, manifestó Sergio Gonal delante de sus colegas, que lo escuchaban atentamente con una gran sorpresa.
“Tenía que volver a los tres meses a reconectar con una operación intestinal en donde cortan parte del intestino, una cosa horrible. A los tres meses salió todo mal, entré al quirófano cuatro veces y la quinta salgo igual que como entré, salí desconectado y me dijeron que iban a esperar un poco más”, relató el destacado humorista.
Finalmente, reflexionó sobre la enseñanza que le dejó este episodio: “El momento más duro es cuando te llevan a terapia. Las cosas importantes de la vida no tienen que ver con lo material, ni con el trabajo. Uno a veces se mete en la vorágine del trabajo para mantenerse ocupado y se pierde del abrazo con el hijo, que es lo que más extrañás en ese momento”.
