Desde la llegada de Javier Milei a la presidencia, el sector aerocomercial experimenta una transformación con medidas de desregulación y acuerdos de cielos abiertos que buscan atraer nuevas aerolíneas al país. Sin embargo, el contexto internacional presenta desafíos que dificultan ese objetivo. Así lo advirtió el vicepresidente regional para las Américas de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), Peter Cerdá, quien, aunque elogió las políticas implementadas, también destacó los factores que frenan la expansión del mercado.
El ejecutivo se reunió la semana pasada con el secretario de Transporte, Franco Mogetta, en un encuentro que desde el Gobierno calificaron como “positivo”. A pesar del respaldo de la IATA a la apertura del sector, la organización planteó la necesidad de revisar las tasas aeroportuarias, ya que las internacionales resultan considerablemente más elevadas que las de cabotaje.
Los obstáculos internacionales para la expansión aérea
Cerdá señaló que la industria aerocomercial enfrenta problemas estructurales a nivel global, lo que dificulta la llegada o regreso de aerolíneas a la Argentina. Entre los principales inconvenientes mencionó la crisis en la cadena de suministro, que afecta la producción de aviones y la disponibilidad de motores, así como la escasez de personal capacitado. “La industria es hoy más pequeña y, además, hay aeronaves demoradas o en tierra por problemas mecánicos. Esta situación retrasa la apertura de nuevas rutas y limita la expansión de la conectividad”, explicó en diálogo con La Nación.
Si bien reconoció la rapidez con la que el Gobierno implementó las reformas, insistió en que ahora el desafío radica en desarrollar mercados estratégicos. Entre las conexiones con mayor potencial mencionó vuelos directos a China con escalas en San Pablo o Madrid, la ampliación de rutas hacia Australia y Europa, y una mayor oferta con destino a Estados Unidos.
El turismo también es un factor clave para el crecimiento del sector. Según Cerdá, la Argentina debe trabajar en posicionar sus destinos para que sean atractivos durante todo el año y no solo en temporada alta. “Los argentinos viajan al exterior, pero los turistas no están viniendo porque el país está caro. Es un problema que hay que abordar”, remarcó.
El futuro de Aerolíneas Argentinas
En relación con Aerolíneas Argentinas, la compañía de bandera que el Gobierno pretende privatizar, el representante de la IATA afirmó que su desempeño es fundamental para el mercado doméstico y regional. “Aerolíneas tiene un rol clave en la conectividad del país y no puede ser reemplazada en el corto plazo. Sin embargo, debe operar de manera autónoma, sin depender del Estado, y competir con un buen servicio”, sostuvo.
Cerdá también alertó sobre la deuda de la empresa, que representa un obstáculo para su eventual privatización, y enfatizó la necesidad de que los sindicatos se adapten a las nuevas condiciones del mercado. “El modelo laboral de Aerolíneas sigue atado a reglas del pasado. Si quiere ser competitiva, tiene que modernizar su estructura”, advirtió.
Perspectivas para el crecimiento del sector
A pesar de los desafíos, Cerdá aseguró que la Argentina sigue siendo un mercado atractivo para las aerolíneas y que, si bien la recuperación no avanza al ritmo que el Gobierno esperaba, las perspectivas a mediano plazo son alentadoras. “Con normas claras y mejores prácticas, el mercado va a seguir creciendo de forma agresiva y positiva”, afirmó.
También hizo hincapié en la necesidad de incentivar el transporte aéreo en el país, que aún está lejos de los estándares internacionales. “Nuestra principal competencia son los autobuses. La Argentina tiene un promedio de 0,61 viajes en avión per cápita. Si se compran pasajes con antelación, las tarifas no son tan diferentes de las de los colectivos. Sin embargo, la diferencia está en los impuestos, el costo del combustible y las tasas aeroportuarias, mientras que el transporte terrestre sigue subsidiado. Hay que lograr que el argentino pueda viajar en avión al menos una vez al año”, concluyó.