Memphis Depay fue condenado a cuatro meses de prisión en Mónaco tras haber sido sorprendido manejando en estado de ebriedad durante sus vacaciones en el verano europeo de 2024. El delantero neerlandés, actualmente en Corinthians, se mostró arrepentido por lo sucedido y asumió la responsabilidad de sus actos.
El hecho ocurrió la madrugada del 6 de agosto de 2024, pocos días después de que finalizara su contrato con el Atlético de Madrid. Depay fue detenido por las autoridades del Principado. Y, tras la investigación, recibió una pena que finalmente quedó suspendida, sujeta al cumplimiento de medidas cautelares. Además, deberá pagar una multa de nueve mil euros y no podrá conducir en Mónaco durante los próximos dos años.
Este miércoles, el jugador emitió un comunicado en Instagram donde expresó su arrepentimiento: «El último verano, durante mis vacaciones en Mónaco, cometí un error y decidí manejar a casa luego de haber tomado algunos tragos en un restaurante. Tendría que haber ido en taxi, pero no lo hice. Por eso quiero disculparme y asumir la completa responsabilidad de mis actos. El 2024 fue un año de lecciones y definitivamente aprenderé de estas. En el 2025 lo haré mejor».
Nainggolan involucrado en una investigación por narcotráfico
El episodio del neerlandés no es el único escándalo reciente en el fútbol europeo. En Bélgica, el mediocampista Radja Nainggolan fue arrestado en Bruselas, acusado de estar involucrado en una red de tráfico de cocaína que operaba a través del puerto de Amberes para ingresar droga desde Sudamérica.
La policía belga realizó más de treinta allanamientos en Bruselas y Amberes, en un operativo para desmantelar la organización criminal. El exjugador de Inter, Roma y Cagliari fue uno de los detenidos en el caso, lo que generó una fuerte conmoción en el fútbol europeo.
Las autoridades también descubrieron un vínculo con un caso anterior, ocurrido hace casi nueve años, cuando uno de los socios de Nainggolan fue condenado en Estados Unidos por participar en una red que traficaba 1.100 kilos de cocaína gestionados por la organización Hezbolá.
El abogado del mediocampista, Omar Souidi, negó las acusaciones y defendió la inocencia de su cliente: «Mi cliente tiene derecho a la presunción de inocencia. No se harán más comentarios en este momento». Mientras tanto, el jugador permanece bajo investigación y su futuro en el fútbol es incierto, tras haber iniciado recientemente una nueva etapa en Lokeren-Temse, equipo de la tercera división belga.
Las caídas de Depay y Nainggolan reflejan un patrón de problemas extradeportivos que afectan a varias figuras del fútbol. Mientras el neerlandés intenta enmendar su error con una sanción económica y restricciones de movilidad, el caso del ex internacional belga podría traer consecuencias mucho más severas si se confirman las acusaciones en su contra.
