La Legislatura porteña aprobó la suspensión de las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) con 55 votos afirmativos, 3 negativos y 1 abstención. La medida, impulsada por el jefe de Gobierno Jorge Macri, se logró tras intensas negociaciones y contó con el respaldo del PRO, La Libertad Avanza (LLA), la UCR y el peronismo.
El debate sobre la suspensión de las PASO estuvo marcado por la falta de acuerdos iniciales, lo que obligó a posponer la sesión prevista para el jueves. La incertidumbre se mantenía mientras el Congreso nacional analizaba una medida similar.
Negociaciones y consensos para la aprobación
Desde el PRO, el oficialismo porteño contaba con apenas 12 legisladores dentro del bloque «Vamos por Más», de los cuales 10 pertenecen al partido. Para alcanzar la mayoría agravada que requería la reforma electoral, debió sumar el apoyo de la UCR (8), Confianza Pública (3), los Socialistas (1), los liberales de LLA (3), el MID (2) y otros legisladores sueltos.
Por otro lado, Unión por la Patria (UP), con 18 bancas, jugó un rol clave. Dentro de este bloque, figuras como Juan Manuel Olmos, Mariano Recalde y Víctor Santa María influyeron en la decisión, mientras que algunos sectores del peronismo exigieron adelantar las elecciones locales a mayo para evitar que coincidieran con la campaña nacional.
La Libertad Avanza, liderada en la Legislatura porteña por Pilar Ramírez, se mostró inicialmente reticente a apoyar la suspensión, pero finalmente acompañó la medida con la exigencia de que los $20.000 millones que se ahorrarían se destinen a una reducción del impuesto ABL. Desde el Ejecutivo porteño descartaron esa posibilidad y remarcaron que los fondos se utilizarán para otras prioridades de gestión.
Fundamentos de la suspensión
El proyecto aprobado establece que los partidos políticos deberán definir sus candidatos a través de los mecanismos internos de sus respectivas Cartas Orgánicas. Entre los argumentos esgrimidos, se destacó el desgaste en la ciudadanía y la baja participación en las elecciones primarias previas, a pesar de su carácter obligatorio.
Macri defendió la suspensión al señalar que las PASO no han generado un beneficio concreto en la representación política y que la Ciudad ahorrará recursos que podrán ser utilizados en otras áreas. Además, recordó que este sistema ha sido utilizado principalmente para definir candidaturas ejecutivas, sin lograr el impacto esperado en la competencia electoral.
La disputa política
Macri siguió la votación desde Asunción del Paraguay, donde viajó en su rol de presidente de la Unión de Ciudades Capitales Iberoamericanas (UCCI). La aprobación de la reforma representó un triunfo político para su gestión, permitiéndole ordenar el escenario electoral en la Ciudad sin las PASO.
Sin embargo, las tensiones con La Libertad Avanza continúan. Ramírez, en nombre del bloque libertario, cuestionó que se suspendan las PASO pero se mantenga el desdoblamiento de elecciones, argumentando que el ahorro no es real si se mantienen múltiples instancias electorales.
Con la medida ya sancionada, el calendario electoral porteño ahora queda en manos del Ejecutivo, que deberá definir si mantiene la fecha de los comicios para el 6 de julio o los adelanta al 18 de mayo, como pretende el peronismo.
Las negociaciones clave para garantizar los votos las lideró Matías López, vicepresidente 1° de la Legislatura, y Darío Nieto, jefe del bloque «Vamos por Más», quienes articularon los consensos entre los distintos sectores políticos.