El gobierno de Javier Milei autorizó un incremento del 270% en las tarifas eléctricas en el último año, pero las inversiones en el sistema no se concretaron y los cortes de luz volvieron a afectar a miles de hogares en simultaneo. La falta de obras en la infraestructura energética quedó expuesta con el último apagón masivo que dejó sin luz a más de medio millón de personas en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) en medio de una ola de calor.
El Poder Ejecutivo responsabilizó a la distribuidora Edesur por la interrupción del servicio, pero fuentes del sector apuntaron a la falta de inversiones en las redes de transporte y distribución. Según confirmaron en la empresa, la falla ocurrió en dos líneas de alta tensión que afectaron la generación en las centrales de Dock Sud y Ensenada-Barragán, claves para el abastecimiento del AMBA.
Desde la administración de Milei reconocieron la necesidad de fortalecer la infraestructura eléctrica, pero señalaron la interna política dentro del área de Energía como un obstáculo para avanzar en proyectos de largo plazo. La Secretaría de Energía, a cargo de María Tettamanti y bajo la órbita del ministro de Economía, Luis Caputo, enfrenta críticas por la falta de medidas estructurales y la demora en la reactivación de obras ya planificadas.
Un informe de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa) había advertido a finales de 2023 sobre el riesgo de cortes de suministro durante los días de mayor demanda. El reporte alertó sobre un posible déficit de entre 1.000 y 3.000 megavatios, equivalente al 10% del consumo total en momentos críticos del verano.
La obra de energía eléctrica que no quiso avanzar Javier Milei
El gobierno de Milei dio de baja una licitación clave para ampliar la capacidad de generación en más de 3.300 megavatios, adjudicada en noviembre de 2023 por la gestión de Alberto Fernández. La cancelación de este proyecto dejó al sistema eléctrico sin refuerzos en un contexto de mayor demanda y suba de tarifas.
En cuanto al transporte de energía, la empresa Transener reveló en una audiencia pública que la demanda aumentó un 117% en 2024, mientras que la capacidad de transporte sigue en un 54%, lo que muestra un sistema sobrecargado y sin inversiones suficientes para su modernización.
