Desde su relanzamiento en 2024, los créditos hipotecarios UVA comenzaron a recuperar protagonismo como una de las pocas vías de acceso a la vivienda propia. Sin embargo, la mecánica de actualización por inflación impone un ritmo constante de aumento en las cuotas que, en algunos casos, ya igualan los valores de un alquiler.
En los últimos seis meses, las cuotas de los préstamos hipotecarios ajustados por UVA aumentaron un 15,9%, en línea con el Índice de Precios al Consumidor (IPC) acumulado entre septiembre de 2024 y febrero de 2025. Los datos muestran que quienes contrataron una línea de crédito con una cuota inicial de $600.000 hoy deben afrontar pagos en torno a los $695.000.
Las subas mensuales rondan entre el 2% y el 2,5%, según precisó Federico González Rouco, economista especializado en mercado inmobiliario. “Mientras haya inflación positiva, las cuotas seguirán creciendo en pesos. Es importante entender eso antes de asumir un compromiso a largo plazo”, explicó.
Qué puede pasar con las cuotas este año
Las expectativas para los próximos meses dependerán del rumbo de la inflación. Aunque se observa una desaceleración respecto a los picos del año pasado, las proyecciones son dispares. El Banco Central prevé una inflación anual del 23,3%, mientras que BBVA la estima en 30% y la OCDE en 28,4%.
Para González Rouco, la clave estará en la evolución del tipo de cambio: “Si no hay un salto brusco del dólar, la inflación debería mantenerse por debajo del 2% mensual, lo que daría algo de previsibilidad a las cuotas”.
No obstante, advierte que la evolución de los ingresos y la estabilidad laboral también serán determinantes. “Una cuota que representa hoy el 25% del ingreso puede volverse difícil de sostener si los salarios no acompañan”, alertó.
Más consultas, pero decisiones prudentes
Desde Tasa Tasa, una plataforma que permite simular créditos y comparar condiciones entre bancos, confirman un aumento sostenido en las consultas durante los últimos meses. “Cada vez más familias se interesan por la línea UVA, incluso pequeños inversores que buscan oportunidades en zonas en revalorización”, comentó su CEO, Alan Daitch.
Sin embargo, destacó que “la clave no es correr, sino elegir bien”. Según recomendó, las cuotas no deberían superar el 30% del ingreso familiar, y es fundamental verificar si el banco permite cancelaciones anticipadas o refinanciaciones sin penalidades.
Competencia y cambios en el sistema
Una medida reciente de la Comisión Nacional de Valores (CNV) que facilita la securitización de hipotecas podría abrir el juego a una mayor competencia entre entidades bancarias. Esto permitiría, en el mediano plazo, acceder a mejores condiciones de financiamiento.
Mientras tanto, quienes ya tomaron un crédito deben observar de cerca la evolución de la inflación y contemplar estrategias para mitigar el impacto en su economía. “La confianza en el sistema UVA necesita consolidarse, y eso sólo ocurrirá si se cumplen las reglas y se ofrece previsibilidad”, subrayó Daitch.
El comportamiento del mercado inmobiliario
En paralelo, los precios de las propiedades comienzan a mostrar señales de recuperación. Según González Rouco, los valores subieron en el 96% de los barrios de CABA desde los mínimos de los últimos años. “Conviene buscar unidades puntuales, con margen de negociación, antes que lanzarse a cualquier operación”, aconsejó.
El acceso al crédito, los valores de las propiedades y la evolución del tipo de cambio serán factores clave para evaluar oportunidades. A medida que el mercado recupere volumen, se espera que el comportamiento de la inflación termine por definir el alcance real de la herramienta.
Morosidad baja, pero cautela alta
Hasta ahora, la morosidad es prácticamente nula según informan los bancos. Sin embargo, los especialistas coinciden en que cualquier cambio brusco en las variables macroeconómicas podría alterar este equilibrio. Por eso, recomiendan evaluar cuidadosamente la capacidad de pago y no sobreendeudarse.
Para quienes planean tomar un crédito, el consejo es claro: proyectar con realismo y contemplar distintos escenarios. En un país donde la volatilidad económica es una constante, la clave está en elegir con prudencia.