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POLÍTICA

Crisis energética: el Gobierno de Javier Milei investigará a Edesur por dejar a más de 1 millón de personas sin luz

El Gobierno nacional a través del ENRE le exigió a Edesur informes y pruebas para conocer lo que desencadenó la falta de suministro eléctrico.

Edesur

El Gobierno de Javier Milei abrió una investigación para determinar las causas y responsabilidades del apagón masivo que afectó al Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) este miércoles. La falla, que dejó sin luz a más de un millón de usuarios, se originó en el sistema de transmisión de Edesur, la distribuidora de energía controlada por el grupo italiano Enel. Tras el incidente, el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) exigió a la empresa informes técnicos y documentación sobre el mantenimiento de las líneas afectadas.

“El ENRE investigará los dos eventos sucedidos durante el día de ayer: los desenganches de las líneas de alta tensión Bosques-Hudson 1 y 2 de 220 KV a las 5.24, y de las líneas de alta tensión Costanera Hudson 1 y 2 de 220 KV a las 12.07 hs, que dejaron sin servicio a 550.000 y 740.000 usuarios respectivamente”, informó el organismo en un comunicado. Además, se abrirá un expediente de oficio para evaluar posibles sanciones.

El apagón se produjo en un contexto de creciente demanda de electricidad debido a la ola de calor. Este jueves a las 15.20, el consumo en el Gran Buenos Aires alcanzó los 10.964 MW, un 13% más que el día anterior. En ese momento, el ENRE reportó 37.751 usuarios de Edesur sin servicio, mientras que en Edenor la cifra era de solo 2.979. La diferencia evidencia la vulnerabilidad del sistema de distribución eléctrica, agravada por la falta de inversiones en infraestructura.

Los datos oficiales reflejan marcadas diferencias entre ambas distribuidoras. Mientras que en Edenor cada usuario sufre un promedio de 3,5 cortes de luz al año, en Edesur esa cifra asciende a 8,1. La duración de los cortes también varía significativamente: 8,7 horas anuales por usuario en Edenor, contra 16,4 en Edesur.

La creciente demanda de electricidad, impulsada por el aumento de la población y el consumo de nuevos dispositivos, pone a prueba un sistema energético que arrastra problemas estructurales. Cada año se suman unos 1.000 MW de demanda, pero la falta de inversión de las últimas dos décadas dejó a la red en una situación de extrema fragilidad.

El transporte de energía también enfrenta dificultades. La ausencia de nuevas líneas de alta tensión genera cuellos de botella que impiden la incorporación de nuevas fuentes de generación, como parques eólicos y solares. Además, varias centrales térmicas operan con maquinaria obsoleta de más de 60 años, lo que las vuelve ineficientes y costosas.

El plan del Gobierno de Javier Milei para reducir el consumo de luz en las grandes industrias

Para mitigar el impacto de la crisis, el Gobierno implementó un plan de contingencia con medidas a corto, mediano y largo plazo. Entre ellas, un programa de reducción de consumo para grandes usuarios industriales, que les permitiría disminuir su demanda de manera voluntaria y recibir compensaciones económicas. Hasta ahora, la iniciativa no fue activada, pero sigue en evaluación ante la posibilidad de nuevos colapsos en el sistema.