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ESPECTÁCULO

Dolor en el ambiente artístico por lo que confesó Osvaldo Laport: «mi alma se cae a pedazos»

Se trata de una situación muy delicada.

Osvaldo Laport
Osvaldo Laport

No hay dudas de que Osvaldo Laport es una de las figuras más destacadas del mundo del espectáculo, y es que además de ser sumamente talentoso en lo que hace, es de los más queridos por el público. El actor no tiene problemas a la hora de hablar de su vida privada, y es que siempre se ha mostrado muy honesto con los medios.

Así fue como en una reciente entrevista para Pronto se animó a hablar de uno de los momentos más duros de su vida. Movilizado, Osvaldo Laport habló de un capítulo de su vida poco conocido, las repentinas muertes de sus hermanos con muy poco tiempo de diferencia. Con el corazón abierto, habló de lo que significó para él dicho duelo.

«Perdí a dos de mis hermanos hace muy poco y no pude estar en la partida de ninguno de los dos. Sé que todavía estoy transitando la fragilidad de los duelos. Cuando sucedió lo del accidente de mi amigo Roly Serrano, sentí que mi alma se caía a pedazos. Eran mayores pero muy cercanos en edad, con muy poca diferencia», comenzó Osvaldo Laport.

«Curiosamente, anoche en la cena hablábamos de eso: voy a cumplir 69 años y Daniel, que era escultor, falleció a mi edad y eso fue hace dos años. Y Luis, el más grande de los tres, falleció el año pasado con 71. O sea que estábamos ahí los tres. Me quedó mi hermana Jaqueline, que vive en Uruguay. Y están mis sobrinos, hijos de mis hermanos, por supuesto», continuó.

Sobre si sus hermanos fallecieron por una enfermedad, Osvaldo Laport contó: «No, la vida, la vida… Por eso en Inmaduros termino diciéndole al personaje de Ale Müller: “La respuesta es la vida”. Mi viejo decía mucho: ‘Es la vida, negro’. Lo de mis hermanos fue increíble. Recuerdo que estaba rodando la película Hombre muerto en La Rioja, en lugares inhóspitos y donde no había nada de señal y el celular se usaba solo para sacar fotos y nada más. Curiosamente estaba Roly Serrano conmigo en esa película y la escena que íbamos a rodar era una procesión, con una imagen cristiana, religiosa. De pronto, estaba en el motorhome esperando que acomodaran a todos los extras, que eran habitantes del pueblito en el que estábamos rodando. Hacía un calor de cagarse y Rolito estaba sentado debajo de un árbol. De repente, mi teléfono hizo: “Pin”.

«Fue como una campanita y me extrañó. Dije: “¿Qué es eso? Qué raro”. Ahí nunca había señal. Entonces, lo prendí y comenzaron a caer muchas llamadas telefónicas perdidas. Y un mensajito de texto, no de WhatsApp, de una amiga de la infancia en Uruguay en el que decía: “Ova, lamento lo sucedido”. Uno de los productores me llevó en su auto por ruta en el medio de la nada para tratar de comunicarme y buscar alguna señal. Ahí logré hablar con Viviana y Jazmín y me enteré de que había fallecido mi hermano el escultor. El que tenía 69 años, como tengo hoy yo. Hoy tendría 71 y Luis, 72», recordó.

En medio de tanto dolor, Osvaldo Laport no llegó a despedirse: «Se estaba flexibilizando todo lo referido a la pandemia pero era imposible viajar, llegar y todo eso. Ya había fallecido el día anterior, no se podían comunicar conmigo y me quedé rodando la película. Lo curioso es que el filme se llama Hombre muerto. Después, con mi hermano mayor, Luis, todo pasó el año pasado. Estaba rodando la película con Miriam Lanzoni que se llama Partida. Es muy curioso los títulos de las películas, ¿no? Lo analizo y entiendo que todo tiene un significado».

«Estoy bien. Obviamente que los duelos son muy personales porque el tiempo de uno no es el tiempo del otro. Por eso, hoy siento que lo más importante en mi vida es este privilegio y este disfrute de estar en familia arriba de un escenario, que no solamente es lo que amo y que defiendo tanto como profesional trabajador del arte. Sino que tanto mi hija como mi mujer también son trabajadoras del arte. Esa es la mejor paga que tengo, sin dudas», cerró Osvaldo Laport.

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