Eduardo Feinmann habló sobre el estado de salud del Papa Francisco, quien se encuentra internado en el Hospital Universitario Gemelli desde el 14 de febrero por una neumonía bilateral. El periodista aseguró que «ya nadie cree en los comunicados de prensa del Vaticano» y que «hay mucha incertidumbre porque nadie sabe cómo va a ser el futuro del Papa».
En su programa radial «Alguien tiene que decirlo» en Radio Mitre, Feinmann hizo referencia a un artículo del diario italiano «Il Tempo», que citó al neumonólogo de la Universidad Romana de la Sapienza, Paolo Palange. Según el especialista, es muy difícil hablar sobre la salud futura del Papa, porque «los informes son muy parciales».
Palange explicó que la situación de Francisco es delicada y advirtió que «tiene los bronquios obstruidos y el estado es reservado, porque subsiste una fuerte dependencia de oxigenación a altos flujos». Esto refuerza las versiones que indican que la recuperación del pontífice es incierta y que su cuadro sigue siendo complejo.
Por su parte, el doctor Alberto Cormillot dio precisiones sobre las distintas formas de asistencia respiratoria que se utilizan en pacientes con dificultades. «Los pacientes pueden tener una bigotera que te manda un poco de oxígeno, o vas aumentando la cantidad de flujo, o la forma en que te llega», indicó Cormillot. En ese sentido, explicó que «va desde una bigotera hasta una máscara, y después de eso viene la intubación».
«No puede respirar»: la desesperación de Feinmann por el estado de salud del Papa Francisco
Feinmann se mostró contundente respecto a la gravedad del cuadro y reafirmó: «Hasta ahora los médicos no le han podido sacar la obstrucción de los bronquios, básicamente, no puede respirar». Sus dichos suman preocupación a las especulaciones sobre la salud del Sumo Pontífice, en medio de la falta de detalles concretos sobre su evolución.
El último comunicado oficial del Vaticano informó: «La noche ha pasado tranquila, el Papa sigue descansando». Sin embargo, persiste la incertidumbre sobre su estado general y su recuperación.
En el reporte, también se indicó: «Tras despertarse, el Papa continuó con sus terapias, incluida la fisioterapia motora activa. Como estaba previsto, tras la ventilación mecánica no invasiva durante la noche, por la mañana volvió a la oxigenación de alto flujo con el uso de cánulas nasales».