El fiscal general de Bahía Blanca, Juan Pablo Fernández, describió la situación en la ciudad como una «calamidad» tras las inundaciones y reconoció que el panorama es duro para todos los habitantes del distrito, quienes buscan constantemente a las casi 100 personas desaparecidas en medio de la lluvia, la cual generó 16 muertos también.
Si bien hay 16 muertos, no se descarta que haya más. «Tenemos 182 llamadas a la línea de emergencia 911, de las cuales 94 personas aún no han sido localizadas. Es probable que haya más muertos», inició el fiscal. «Siempre rogamos para que llueva porque se trata de una zona semiárida. Esta vez cayó en unas pocas horas lo que normalmente cae en todo un año», describió el letrado.
«Lo que son las plantas bajas y subsuelos se lo llevó todo la tormenta», señaló el fiscal, destacando que la fiscalía y otros organismos comenzaron a operar con dificultades, utilizando generadores eléctricos para mantener la actividad. La energía eléctrica aún no ha sido restablecida en el microcentro debido a la inundación de sótanos y subterráneos, aunque sí ya se logró reestablecer casi en un 70%. Nunca he visto una cosa asi», admitió el Fiscal General de Bahía Blanca en Radio Mire.
Por último, reveló detalles de cómo fue el momento de la lluvia para él, previo a que se desate el caos: «Yo en ese momento estaba en mi casa, que está en un sector un poco más alto que en las afueras de la ciudad y me disponía para ir hacia el trabajo en el centro. Eran las 7:30 de la mañana y menos que los chicos no fueron al colegio porque el intendente tomó la decisión de que los chicos no vayan», completó.
Continúa la búsqueda de personas en Bahía Blanca
El fiscal ahora tendrá un intenso trabajo al certificar los fallecimientos de las personas que vayan encontrando de ahora en más. Se sabe que el panorama es complejo y los rescatistas trabajan a contrarreloj porque cada hora que pasa se agrava el cuadro en la zona. Como el agua no terminó de bajar en las afueras de la ciudad, se cree que podría haber cuerpos bajo el agua o que fueron arrastrados por la corriente hacia diferentes puntos del distrito.
En las últimas horas más de 200 bomberos llegaron para sumarse a los trabajos. Junto a ellos llegaron las donaciones desde todo el país que incluyen ropa, elementos de limpieza, comida, dinero y colchones, entre otras cosas.