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ECONOMÍA

El Gobierno nacional busca en la ola importadora instalar su estrategia para perforar el piso de inflación del 2%: nueva reducción de aranceles

El presidente Milei minimizó la suba de la inflación, argumentando que fue impulsada por el aumento de la carne.

Gobierno nacional

El viernes, el mercado financiero se vio sacudido por un volumen inusualmente alto de operaciones en futuros de dólar. A pesar del buen desempeño de las acciones argentinas y una leve baja del riesgo país, el Banco Central registró una venta récord de USD 474 millones, lo que alimentó especulaciones sobre el futuro del esquema cambiario del Gobierno nacional.

Mientras algunos inversores anticipan una posible flotación sucia y un sistema de bandas para el dólar tras un acuerdo con el FMI, otros sostienen que fueron los bancos los que buscaron dolarizarse mediante instrumentos financieros. También se mencionó el desarme de créditos en dólares, lo que podría afectar aún más las reservas.

Desde el equipo económico evitaron responder a las versiones. «Está todo muy encaminado con el FMI, no vale la pena salir a aclarar nada, pero ninguna versión tiene sentido», afirmaron fuentes oficiales. Sin embargo, la incertidumbre crece, ya que aún no se conoce la magnitud del desembolso que realizará el organismo ni cómo será utilizado.

El impacto de la inflación y la presión sobre el esquema cambiario

El repunte de la inflación en febrero, que alcanzó el 2,4%, reavivó las dudas sobre la estrategia económica. En los últimos seis meses, el índice se mantiene en torno al «2 y pico» mensual, mientras el tipo de cambio oficial avanza solo un 1% mensual, lo que encarece la economía en dólares.

Javier Milei minimizó la suba, señalando que fue impulsada por el aumento de la carne y que, sin este rubro, la inflación habría sido del 1,8%. Además, sostuvo que en abril o mayo el índice podría perforar el 2%, aunque las consultoras ya comenzaron a elevar sus proyecciones anuales a más del 30%, cuando hasta hace un mes estimaban un 25%.

Mientras tanto, la estabilidad de los dólares financieros es una incógnita. Actualmente, rondan los $1.240, pero a medida que aumente la presión compradora en los próximos meses, la brecha cambiaria podría ampliarse, complicando aún más la estrategia oficial.

Reducción de aranceles para acelerar la baja de precios

En un contexto de creciente preocupación por la inflación, el ministro de Economía, Luis Caputo, anunció una reducción de aranceles a la importación de indumentaria, calzado y telas. La medida, comunicada el viernes por la tarde, busca impulsar una ola de importaciones que amplíe la oferta de bienes y acelere la desinflación.

Las condiciones para importar no eran tan favorables desde la Convertibilidad y superan incluso las del gobierno de Mauricio Macri. Entre los factores que facilitan el ingreso de productos extranjeros se encuentran la eliminación del impuesto PAIS a fines de 2024, la desaceleración del ajuste del tipo de cambio oficial y la nueva baja de aranceles. Si bien aún persiste un plazo de 30 días para acceder al mercado oficial de cambios, lo que afecta a las PyMEs que necesitan insumos importados, se espera que esta restricción también sea flexibilizada con la progresiva eliminación del cepo.

El interés por la importación ya se refleja en el sector empresarial. En abril, decenas de empresarios viajarán a China para participar en una feria comercial donde buscarán proveedores de ropa, juguetes, muebles, electrodomésticos y hasta casas prefabricadas.

Impacto en la industria local y la respuesta del Gobierno

La Cámara de la Indumentaria advirtió sobre el impacto negativo que la apertura tendrá en el sector, que emplea a más de medio millón de personas. Los empresarios solicitaron una reducción de impuestos para poder competir en igualdad de condiciones con países donde la carga impositiva es menor.

Sin embargo, Milei dejó en claro su postura durante su discurso en la Asamblea Legislativa. «No nos preocupa si algunas empresas se terminan fundiendo por su incapacidad para competir, porque la consecuencia serán precios más bajos para la gente. Y si hay caída de puestos de trabajo será temporal, porque habrá otras empresas que los van a crear», afirmó.

El Gobierno apuesta a que la competencia internacional ayude a contener la inflación y baje los precios, mientras mantiene su estrategia de ajuste y desregulación. Sin embargo, las tensiones en el mercado y el impacto en la industria local podrían desafiar la viabilidad de este plan en los próximos meses.