Ante los problemas y el rechazo que generó la aplicación del protocolo antipiquetes elaborado por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, el Gobierno Nacional optó por no desplegarlo en la próxima marcha de jubilados que tendrá lugar el miércoles 19 frente al Congreso Nacional. El Gobierno optará por una estrategia distinta para contener a los manifestantes.
Luego del repudio causado por la represión por parte de las fuerzas de seguridad el pasado miércoles 12, el Ministerio de Seguridad cambió su estrategia de cara a la nueva movilización. Desde el Gobierno Nacional adelantaron a TN que reforzarían los controles en accesos ferroviarios y viales en la Ciudad de Buenos Aires. El operativo contará con la asistencia de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) y estará dirigido por un comando unificado que coordina a la Policía Federal, Gendarmería, Prefectura y la Policía Aeroportuaria.
En cuanto a los uniformados desplegados en el Congreso de la Nación, el Gobierno decidió levantar una valla y colocar a los miembros de las fuerzas de seguridad detrás. Desde el Ejecutivo autorizaron a las fuerzas a «reprimir solo a aquellas personas que intenten derribar las vallas«; asimismo, se utilizarán camiones hidrantes para dispersar los focos de conflicto entre los manifestantes.
Sobre la cantidad de efectivos que serán desplegados, la Agencia Noticias Argentinas, gracias a fuentes gubernamentales, informó que habría 900 policías de las fuerzas porteñas, 720 de la Policía Federal, y aproximadamente 400 miembros de Gendarmería y Prefectura Naval. Para los controles en las rutas, el Gobierno porteño proveerá de 900 uniformados y 600 agentes de tránsito que estarán encargados de llevar a cabo los controles vehiculares a seis cuadras a la redonda del Congreso.
Patricia Bullrich se reunió con el asesor presidencial Santiago Caputo, el jefe de operaciones de Inteligencia, Diego Kravetz y el titular de la Secretaría de Inteligencia del Estado, Sergio Neiffert, para definir la estrategia. El encuentro se realizó en Casa Rosada durante la tarde del martes 18 y analizaron el protocolo para la movilización, que se espera cuente con el respaldo de sindicatos y movimientos sociales.