Con la mirada puesta en evitar una medida de fuerza que afectaría a miles de usuarios, el Gobierno argentino se dispone a negociar con la Unión Tranviarios Automotor (UTA) en busca de una solución al conflicto salarial que amenaza con desencadenar un paro de colectivos este viernes. La reunión, programada para las 15 horas, contará también con la participación de las cámaras de transporte, con el objetivo de encontrar una salida a las demandas de los choferes.
El origen del conflicto: la insatisfacción salarial de los choferes
El origen de la controversia se remonta a finales del mes pasado, cuando el Ejecutivo decidió realizar ajustes en los subsidios del transporte sin contemplar una mejora en los salarios de los trabajadores del sector. En este contexto, informó Radio Mitre, los choferes de colectivos, que perciben un salario básico de $1.200.000, expresaron su descontento y advirtieron sobre la posibilidad de un paro si no se revisaba su situación.
Además de su postura frente al aumento salarial, la UTA ratificó su adhesión al paro convocado por la CGT para el próximo 10 de abril, intensificando la presión sobre el Gobierno.
En un comunicado emitido, la UTA criticó duramente la Secretaría de Transporte: “Los funcionarios se esconden y nos llevan a un conflicto, sin resolver la estructura de costos ni el aumento salarial, sin proyectar una adecuada recomposición que los trabajadores merecen”.
Las alternativas del Gobierno ante la amenaza de paro
Frente a la amenaza de la medida de fuerza, el Gobierno cuenta con herramientas para evitar que los colectivos dejen de circular. Una de las opciones es la posibilidad de aplicar la conciliación obligatoria, un mecanismo legal que suspendería cualquier acción de protesta durante un plazo de 15 días hábiles, en caso de que las negociaciones de este miércoles no lleguen a buen puerto.
En el comunicado donde la UTA anunciaba la posibilidad del paro, también señalaron que los trabajadores del sector no recibirían incrementos salariales hasta junio de 2025, lo que agravaría aún más la situación. “Ya no se sostiene más la falacia oficial sobre una inflación que no existe”, aseguraron, dejando claro que las expectativas del gremio están muy por encima de las propuestas del Ejecutivo.
La tensión crece: un escenario incierto para el 28 de marzo
Si las negociaciones no logran avanzar en la reunión del miércoles, el panorama para el viernes 28 de marzo se presenta complicado. La UTA ya adelantó que, de no alcanzarse un acuerdo, tomarán medidas de fuerza. En este sentido, la presión sobre las autoridades del Gobierno aumenta, con la esperanza de encontrar una solución antes de que el conflicto afecte a miles de ciudadanos.
La situación sigue siendo incierta, pero todos los ojos están puestos en la reunión de este miércoles, que podría ser decisiva para evitar un paro que alteraría la movilidad urbana en todo el país.
