La carrera electoral en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires ya entró en su recta decisiva. A menos de 48 horas del cierre de listas, una encuesta de la consultora Proyección reveló que la elección legislativa del 18 de mayo se encamina a una definición voto a voto entre La Libertad Avanza, el PRO y Unión por la Patria. Sin PASO y con un escenario fragmentado, la contienda porteña se perfila como la más disputada del calendario 2025.
El estudio, realizado entre el 22 y el 26 de marzo con 808 casos relevados y un margen de error de ±3,45%, fue publicado este jueves y arroja datos clave sobre la percepción de los porteños respecto al contexto político, los principales dirigentes y las motivaciones detrás del voto.
Un contexto político cargado de tensiones
La encuesta comenzó con preguntas de coyuntura que ayudan a enmarcar el escenario electoral. Según el relevamiento, la inseguridad aparece como la principal preocupación de los ciudadanos, con un 50% de las menciones, seguida por la economía.
En ese plano, el 42,9% de los encuestados considera que el rumbo económico del país es “incorrecto”, frente a un 35,5% que lo aprueba. No obstante, la gestión nacional de Javier Milei cosecha un balance relativamente equilibrado: 47,2% de imagen positiva contra 50% negativa, cifras que contrastan con la gestión local, que obtiene un 49,7% de aprobación y un 46,2% de rechazo.
Entre los dirigentes evaluados, la vicepresidenta Victoria Villarruel lidera en imagen positiva con un 48%, mientras que el senador radical Martín Lousteau figura último con apenas 23,3%.
La pelea electoral, voto a voto
En cuanto a la motivación del voto, la polarización se mantiene vigente. Un 56% de los consultados dijo que elegirá candidatos “en contra de Milei”, frente a un 44% que apoyará postulantes afines al Gobierno nacional. Sin embargo, este escenario se revierte cuando se miden nombres propios: el oficialismo muestra competitividad y logra disputar los primeros puestos.
De hecho, en la intención de voto para la Legislatura porteña, el kirchnerista Leandro Santoro aparece primero con 22,9%, seguido muy de cerca por el libertario Manuel Adorni, quien suma un 19,3%. El tercer lugar lo ocupa el PRO, con Waldo Wolff —aunque en los hechos encabezaría Silvia Lospenatto—, con 14,9%.
Crecen las chances de Adorni y se desdibuja el macrismo
La elección legislativa en CABA se transformó en el primer duelo real entre La Libertad Avanza y el PRO. Con la figura de Adorni, el oficialismo busca consolidar un bloque propio en la Legislatura que le dispute al macrismo su histórico control del distrito.
En tanto, el PRO, sin una conducción clara, aparece fragmentado y debilitado, mientras el kirchnerismo resiste con su núcleo duro, pero sin capacidad real de crecimiento. La figura de Ramiro Marra, desplazado de LLA y ahora candidato por la Ucedé, aún no fue medida con claridad, pero su presencia podría fragmentar más el voto libertario.
Escenario abierto para las elecciones nacionales
Pensando en las elecciones de octubre, el panorama se mantiene igual de parejo. Para el Senado, Mauricio Macri (PRO) lidera con 25,7%, seguido por Patricia Bullrich (LLA) con 24%. El candidato de Unión por la Patria, Mariano Recalde, aparece tercero con 20%, evidenciando el retroceso del espacio kirchnerista en el distrito.
En la intención de voto para diputados, la disputa sigue siendo tripartita: María Eugenia Vidal (PRO) encabeza con 23,8%, seguida por Ofelia Fernández (UxP) con 19,7%, y Karina Milei (LLA) con 16,7%.
La estrategia de Milei: consolidar poder en territorio hostil
En un distrito históricamente hostil para el peronismo, La Libertad Avanza aspira a capitalizar el desgaste del PRO y construir una nueva mayoría. La elección porteña del 18 de mayo será la primera prueba seria para la fuerza que lidera Javier Milei desde Casa Rosada.
Con una campaña enfocada en la seguridad, la eficiencia del Estado y el recorte de privilegios políticos, el oficialismo busca penetrar en la base electoral de los sectores medios porteños que históricamente votaron al macrismo. El resultado en CABA, más allá del número final, será una señal clave para la negociación política que se viene a nivel nacional.
