No hay dudas de que Juana Viale es una de las figuras más destacadas del mundo del espectáculo, y es que se trata de la nieta de la conductora más importante del país, Mirtha Legrand. La actriz tomó la herencia de su abuela, que dirige la mesa más relevante de la televisión argentina, y todos los domingos al mediodía se luce en la conducción de Almorzando con Juana (Canal Trece).
Este domingo 2 de marzo Juana Viale recibió en su mesa a uno de los actores más importante del ambiente artístico, Mike Amigorena. El actor sorprendió a los televidentes al revelar una de sus pasiones ocultas, y tiene que ver con una obsesión que lo atormenta desde pequeño, la muerte. Sus palabras dejaron conmocionados a los presentes, e incluso Martín Bossi llegó a levantarse de la mesa.
Previo a dedicarse a la actuación, Mike Amigorena tenía otro plan para su vida. “Yo iba a ser médico forense, porque me vuelve loco la anatomía, me encanta la morgue, me vuelve loco. Me encanta el ser humano abierto, me encanta el cerebro, los tendones, las articulaciones. Es horrible, no lo iba a decir, pero me encanta accidentes, gente que se cae, se suicida”, contó el actor.
“El parto de mi hija fue el mejor momento de mi vida. A mí la partera me decía no, no podés. Te ponen una cortina y yo quería verle la herida, cómo agarraba a Miel, que cuando me la mostró era como una especie de Simba”, confesó Mike Amigorena. “Y el cordón lo que hice fue juntarlo, y la placenta comí un poquito, te la dan congelada, la llevé, y hoy por hoy hay una catalpa en el jardín de mi casa con la placenta de Miel”, relató el actor.
Dolor por lo que se escuchó en la mesa de Juana Viale
Muy fuerte fue lo que se escuchó en el ciclo de Juana Viale. Fue Belén Francese la que dejó a todos impactados con lo que tuvo para contar: «Yo soy mamá de Vitto y sus hermanas. Fue una bendición total. Yo deseaba mucho ser mamá y de repente, cuando Vitto tenía un año la mamá de las hijas de mi marido falleció y vinieron a vivir conmigo».
«Yo me preguntaba ¿qué hago con todo esto? Vivía sola y de repente éramos cinco en la casa. Bueno, adolescentes, un niño tan chiquito… Después me di cuenta que fue la bendición más grande que me tocó en la vida. Lo disfruto tanto… Yo me siento Panam, esto, lo otro. Hago todo», continuó.
«Siento que mi corazón pasó a ser de otra persona. Todo mi amor fue ahí, a ellos. Vitto va al jardín, ahora va a empezar un poquito más tarde. Es trabajar continuamente. Estoy disfrutando a pleno a esto, si viene otro hijo viene. Por mí tendría 100, pero requiere de un montón… Mi abuela tuvo 16, debe tener un récord», agregó.
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