El Gobierno intentará reabrir el diálogo con la CGT para frenar el paro general previsto para abril. La Casa Rosada considera que hay pocas posibilidades de éxito, pero confía en la mediación de Guillermo Francos, jefe de Gabinete y principal interlocutor con los gremios.
En la sede de Azopardo, la cúpula sindical debatió la fecha exacta de la medida, determinaron que sería el próximo 10 de abril, con una movilización el día previo. Mientras tanto, Francos buscará tender puentes con los sectores más dialoguistas, como Héctor Daer (Sanidad) y Gerardo Martínez (UOCRA), quienes se muestran más abiertos al contacto con el Ejecutivo.
Estrategia del Gobierno ante el paro
Desde el oficialismo creen que la postura de la CGT responde a un contexto de protestas crecientes, sobre todo tras las manifestaciones en el Congreso en defensa de los jubilados. En ese marco, el Gobierno sostiene que la huelga tiene una motivación política y que será difícil convencer a los gremios de dar marcha atrás.
«Vamos a intentar convencerlos esta semana, pero no creemos que sea factible conseguir la postergación», admitió una fuente de Casa Rosada. Pese a esto, el Gobierno agotará las instancias de diálogo antes de que se concrete la tercera medida de fuerza contra la administración de Javier Milei.
Críticas y postura oficial
El vocero presidencial, Manuel Adorni, rechazó la convocatoria y afirmó que la CGT busca dañar al Gobierno de Javier Milei. «Estos paros son para defender intereses propios, acá no hay nada que lo amerite», sostuvo en conferencia de prensa. Además, remarcó que la gestión está corrigiendo «el desastre heredado» y avanzando en el control de la inflación.
?“No hay nada que amerite un paro”: el Gobierno acusa a la CGT de intentar hacer daño y de no representar los intereses de los trabajadores.
— Marcelo Bonelli (@bonelliok) March 20, 2025
?Lo dijo Manuel Adorni, en la previa de la reunión del consejo directivo de la entidad que confirmaría el paro general del 10 de abril. pic.twitter.com/uwWwlkCsUB
Desde el Ejecutivo consideran que la presión sobre la CGT aumentó tras los incidentes en el Congreso, donde hubo más de 20 heridos, entre ellos el fotoperiodista Pablo Grillo. En este contexto, el oficialismo cree que los gremios se ven obligados a endurecer su postura.
Francos, por su parte, deberá definir su estrategia y afinar los argumentos para intentar frenar el paro general. En Casa Rosada saben que es una tarea difícil, pero seguirán explorando alternativas para evitar una nueva protesta contra la gestión de Milei.