El Mundial 2030, que marcará el centenario de la Copa del Mundo y tendrá la particularidad de contar con partidos inaugurales en Sudamérica, podría contar con una expansión histórica. Desde la FIFA se estudia la posibilidad de elevar el número de selecciones participantes a 64, una propuesta que fue presentada por Ignacio Alonso, presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF).
Durante una reunión en Zúrich, Alonso planteó la iniciativa ante el Consejo Directivo de la FIFA, y Gianni Infantino se comprometió a evaluar su viabilidad. De aprobarse, más del 25% de las Asociaciones Miembro tendrían representación en el certamen, generando un impacto sin precedentes en el formato de competencia.
El desafío logístico y los cambios en el calendario
El Mundial de España, Portugal, Marruecos, Argentina, Uruguay y Paraguay ya cuenta con la particularidad de que los tres países sudamericanos solo albergarán un partido cada uno en conmemoración de la primera edición disputada en 1930 en Montevideo. Sin embargo, sumar 16 selecciones más modificaría drásticamente la logística y la duración del torneo, extendiéndolo, al menos, a seis semanas.
De concretarse este aumento de cupos, Sudamérica podría verse afectada en el sistema de clasificación. Actualmente, la Conmebol dispone de 6,5 plazas para sus 10 selecciones, y una ampliación del Mundial podría restarle atractivo a las Eliminatorias, disminuyendo el impacto económico que estas generan en la región.
Por otro lado, Qatar 2022 fue el último Mundial con 32 selecciones, ya que en Estados Unidos, Canadá y México 2026 el cupo aumentará a 48 equipos y 104 partidos en total. Si la FIFA decide llevar el formato a 64 participantes en 2030, marcaría un nuevo récord en la historia de la Copa del Mundo.
Nuevas exclusiones de la FIFA para el Mundial 2026
Mientras se analiza la expansión para 2030, la FIFA sigue aplicando sanciones en el proceso de clasificación para 2026. Además de la exclusión de Rusia debido a la invasión a Ucrania, el organismo rector del fútbol mundial también dejó fuera a Congo y Pakistán, impidiéndoles participar en las Eliminatorias de sus respectivas confederaciones.
Mientras que Pakistán ya estaba eliminado en la fase asiática, la sanción se debe a problemas estructurales en su Federación, que no ha implementado reformas necesarias en su gestión interna. En el caso de Congo, la FIFA determinó su exclusión por interferencias externas en la administración de su federación, suspendiendo su participación en las Eliminatorias Africanas hasta que se regularice la situación.