El Gobierno nacional logró cerrar el 2024 con una significativa mejora en los indicadores sociales. Según informó este lunes el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), la pobreza alcanzó al 38,1% de la población en el segundo semestre, una reducción contundente frente al 52,9% que se había registrado en la primera mitad del mismo año. Se trata de una baja de casi 15 puntos en apenas seis meses.

El dato oficial también implica una mejora frente al 41,7% registrado a fines de 2023, cuando culminaba la administración kirchnerista encabezada por Alberto Fernández. En cambio, durante el primer año de gobierno de Javier Milei, los niveles de pobreza se redujeron con fuerza, pese al ajuste fiscal, gracias a la estabilización macroeconómica, el freno a la inflación y el reordenamiento de la política social.

La indigencia también cayó y se ubicó en 8,2%
El informe también mostró una baja en la tasa de indigencia, que mide a quienes no logran cubrir ni siquiera la canasta básica alimentaria. En el segundo semestre del año pasado, ese indicador fue del 8,2%, también por debajo del registro del primer semestre y del cierre de 2023.

Distintos analistas del sector privado y centros académicos ya anticipaban esta mejora. El Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA) de la Universidad Católica Argentina había proyectado una tasa de pobreza en torno al 38-39% para el final del año. Por su parte, la Universidad Torcuato Di Tella estimó una tasa de 36,8% para el segundo semestre, con una caída aún mayor en el último trimestre.
El economista Leopoldo Tornarolli, del CEDLAS (UNLP), había señalado en sus redes sociales: «Todo indica que para el segundo semestre la pobreza va a ser menor al 40%, por debajo del 41,7% de cierre de 2023». Las estadísticas del INDEC confirmaron hoy esa proyección optimista.
El freno a la inflación fue clave para la mejora
El primer semestre del año estuvo marcado por la inercia inflacionaria heredada de la gestión anterior, con picos cercanos al 4% mensual en mayo. Sin embargo, la política monetaria y fiscal aplicada por el Gobierno de Milei logró desacelerar el ritmo de precios hasta llegar al 2,7% en diciembre, según el IPC oficial.

Este descenso en la inflación permitió recomponer gradualmente el poder adquisitivo de los salarios, que habían sufrido un desplome en la última etapa del gobierno kirchnerista. Además, el Ministerio de Capital Humano reforzó la política social a través de la Asignación Universal por Hijo (AUH), la Tarjeta Alimentar y otros programas dirigidos a los sectores más vulnerables.
Un informe reciente del propio Ministerio señalaba que, ya en el tercer trimestre del año, la pobreza había bajado al 38,9%. Ahora, el dato del INDEC ratifica esa tendencia descendente en la segunda mitad del año.
Una señal positiva en medio del reordenamiento económico
La reducción de la pobreza es una señal alentadora en un contexto en el que el Gobierno debió implementar un ajuste severo para evitar una crisis de mayores proporciones. El recorte del gasto público, el fin de la emisión monetaria y la estabilización cambiaria generaron las condiciones para contener la inflación y dar inicio a un proceso de recuperación.
Si bien todavía quedan desafíos importantes, el dato marca un quiebre con la dinámica ascendente de la pobreza registrada durante el kirchnerismo. De hecho, el 52,9% registrado en el primer semestre de 2024 fue una de las consecuencias más graves del deterioro macroeconómico acumulado durante la gestión de Alberto Fernández, Cristina Kirchner y Sergio Massa.
La nueva administración logró revertir esa tendencia sin recurrir a medidas artificiales o parches coyunturales. Por el contrario, lo hizo con una política económica que apuesta al equilibrio fiscal, al orden monetario y a la reducción progresiva del gasto improductivo.
El desafío para 2025: sostener la baja con crecimiento
De cara al futuro, el desafío del Gobierno será consolidar esta mejora social en un marco de crecimiento económico y recuperación del empleo formal. La baja de la inflación ya permite proyectar mejores condiciones para los sectores medios y populares, aunque los márgenes siguen siendo estrechos y la presión social se mantiene.
No obstante, la reducción de más de 14 puntos en el índice de pobreza en solo seis meses representa un dato político y económico de alto impacto para el presidente Javier Milei, que llega así al inicio de su segundo año de mandato con un logro concreto y medible frente a los sectores más postergados.