El anuncio del ministro de Economía, Luis Caputo, sobre el nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) fue recibido con moderación por el banco JP Morgan, una de las voces más influyentes de Wall Street. A pesar de que el funcionario afirmó que el programa alcanzaría los 20.000 millones de dólares, los analistas del banco remarcaron que el anuncio oficial no logró despejar las dudas del mercado ni calmar las expectativas de devaluación.
En un informe titulado “Argentina: Macro Cocktail”, los economistas Diego W. Pereira y Juan Goldin advirtieron que la estrategia de revelar el monto del programa no tuvo un impacto significativo en los spreads de crédito ni en los indicadores de riesgo país. “La falta de detalles y de un pronunciamiento claro del FMI limitó la efectividad del anuncio”, plantearon.
Falta de coordinación en la comunicación
El documento destaca la diferencia de tono entre el Gobierno argentino y el Fondo. Mientras Caputo buscó enviar una señal de fortaleza afirmando que el programa ya está cerrado y que sólo resta la aprobación del Directorio, desde el FMI se limitaron a declarar que las discusiones están “muy avanzadas” y que el monto será determinado más adelante.
“Los mercados siguen siendo escépticos en ausencia de respaldo del FMI o de detalles oficiales del programa”, aseguraron los autores. También mencionaron que la falta de una articulación clara sobre el régimen cambiario contribuyó a una recepción tibia del anuncio en los mercados internacionales.
El régimen cambiario, en el centro del análisis
Uno de los puntos centrales del análisis fue el futuro del esquema cambiario. Según el informe, el tipo de cambio sigue siendo una incógnita y no se ofrecieron definiciones concretas sobre su evolución. Aunque el Gobierno insiste en que no habrá devaluación, los precios implícitos en los instrumentos financieros sugieren otra cosa: una corrección adicional del 6% por encima del crawling peg del 1% mensual.
“El panorama sigue incompleto ya que no se ha delineado una hoja de ruta sobre el régimen cambiario”, advirtieron desde JP Morgan. Esta falta de definiciones complica la reconfiguración de expectativas del mercado y alimenta la volatilidad en el frente financiero.
Reservas líquidas y credibilidad: claves para el éxito
Los analistas hicieron foco en dos condiciones imprescindibles para que el acuerdo sea exitoso: la acumulación de reservas líquidas por parte del Banco Central y la credibilidad del régimen cambiario. “El éxito no depende exclusivamente del monto del programa, sino de la magnitud de los activos líquidos y de la sustentabilidad del esquema cambiario”, resumieron.
La intención del equipo económico es aprovechar los desembolsos iniciales para reforzar las reservas brutas del BCRA, que actualmente rondan los 26.200 millones de dólares. Con el nuevo acuerdo, el objetivo es alcanzar los USD 50.000 millones. Pero JP Morgan advierte que ese objetivo solo será viable si se acompaña con reglas claras y coordinación entre las áreas económicas.
La brecha con el FMI y el escepticismo del mercado
En otro tramo del informe, JP Morgan remarcó que la reacción del Fondo Monetario fue “notablemente más cautelosa” que la del Gobierno argentino. Esa descoordinación en la comunicación, sumada a la falta de definiciones técnicas, explica por qué el anuncio no generó el efecto esperado. “El anuncio solo no fue suficiente para reanclar expectativas ni reducir las primas de riesgo”, subrayaron los analistas.
El informe también advirtió que la desconfianza del mercado persiste mientras no se conozca el cronograma de desembolsos ni se detalle el grado de condicionamientos que impondrá el Fondo. “La credibilidad del programa dependerá de su implementación concreta y de la capacidad de acumular reservas netas”, señalaron.
Un mensaje claro para el Gobierno
Más allá del tono diplomático, JP Morgan dejó en claro que el mercado espera definiciones urgentes en materia cambiaria y mayor claridad respecto a los desembolsos. Sin respaldo explícito del FMI ni reglas de juego consistentes, los anuncios pierden fuerza.
“El escepticismo persistirá mientras no haya detalles del programa”, concluyeron los economistas del banco. El mensaje es claro: el Gobierno deberá redoblar esfuerzos en comunicación y gestión para consolidar su estrategia y recuperar la confianza del mercado internacional.