A partir del 23 de marzo, quienes no cumplan con los 30 años de aportes exigidos por el sistema previsional argentino ya no podrán acceder a una jubilación ordinaria. Ese día vence la moratoria previsional establecida por la Ley 27.705, vigente desde marzo de 2023, y el gobierno de Javier Milei decidió no extenderla ni habilitar nuevos planes de regularización para jubilados.
Este cambio tendrá un impacto significativo en miles de adultos mayores que, hasta ahora, podían acceder al sistema jubilatorio a través de la moratoria. Se estima que 7 de cada 10 jubilados se acogieron a este mecanismo, mientras que en el caso de las mujeres, la cifra asciende a 9 de cada 10, según especialistas en seguridad social.
Alternativa: la Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM)
Con la eliminación de la moratoria, la única opción disponible para quienes no reúnan los aportes necesarios será la Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM). Se trata de un beneficio no contributivo al que pueden acceder las personas mayores de 65 años, siempre que acrediten una situación de vulnerabilidad económica.
A diferencia de una jubilación ordinaria, la PUAM no es un derecho universal y su otorgamiento dependerá de una evaluación socioeconómica. Actualmente, la perciben unas 194.000 personas, según datos de la ANSES. El monto equivale al 80% de la jubilación mínima, que en marzo de 2025 será de $223.297,36, sumado a un bono de $70.000, lo que eleva el total a $293.297,36.
Otro punto clave es que la PUAM no es heredable. Esto significa que, en caso de fallecimiento del titular, su cónyuge u otro familiar no podrá continuar percibiéndola, a diferencia de lo que ocurre con algunas jubilaciones ordinarias.
El impacto en los adultos mayores
La abogada previsional Andrea Falcone advirtió que el fin de la moratoria tendrá un impacto profundo, ya que la mayoría de los jubilados actuales accedieron a sus haberes a través de este sistema. “A partir del 23 de marzo, quienes no cumplan con los 30 años de aportes deberán esperar hasta los 65 años y, en algunos casos, pasar por un proceso administrativo para demostrar su vulnerabilidad y acceder a la PUAM”, explicó.
Desde el gobierno defienden la medida argumentando que la moratoria era un mecanismo “injusto” frente a quienes sí completaron sus años de aportes. Según esta postura, permitir el acceso a la jubilación a personas con menos aportes representaba un gasto adicional para el sistema previsional, mientras que la PUAM está orientada exclusivamente a quienes realmente necesiten asistencia económica.
Si bien la administración de Milei dejó en claro que no prorrogará la moratoria, tampoco ha definido aún una reforma integral del sistema previsional, lo que deja abierta la incertidumbre sobre el futuro de quienes no logren completar los aportes requeridos.
Última oportunidad para regularizar aportes
Aunque la moratoria expirará el 23 de marzo, el gobierno permitirá que aquellos que aún no completaron sus 30 años de aportes puedan saldar su deuda previsional hasta fin de año, aunque exclusivamente mediante un pago único al contado. Esta opción no estará disponible para todos, ya que dependerá de que los trabajadores cumplan con ciertos requisitos específicos.
El abogado previsional Adrián Troccoli cuestionó que la moratoria no haya abordado el problema estructural de la falta de empleo formal y aportes regulares. “La jubilación debería ser un derecho para quienes trabajaron durante los años requeridos, pero el concepto se fue desvirtuando con el tiempo”, señaló.
La eliminación de la moratoria pone en evidencia una de las principales debilidades del sistema previsional: el creciente número de trabajadores sin aportes suficientes, lo que compromete la sostenibilidad del régimen jubilatorio a largo plazo. Aunque el gobierno sostiene que avanzará en una reforma estructural, hasta el momento no se ha presentado ninguna alternativa concreta.
Qué pasará con el sistema previsional
El equipo de Milei trabaja en una reforma previsional integral, aunque sin definir aún los cambios específicos que implementará. Entre las posibilidades que se han debatido se encuentra la opción de elevar la edad jubilatoria, aunque esta alternativa fue descartada por el propio presidente, quien sostuvo que antes es necesario implementar una reforma laboral que fomente el empleo formal y el aporte regular de los trabajadores.
El titular de la ANSES, Fernando Bearzi, asumió el cargo en reemplazo de Mariano de los Heros, quien había planteado la necesidad de extender la edad de retiro. Sin embargo, el gobierno mantiene su postura de no avanzar en este aspecto sin antes generar condiciones para aumentar el empleo registrado.
