La economía argentina experimentó una contracción del 1,7% en 2024, según los datos publicados hoy por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). Esta cifra corresponde al primer año completo de la gestión de Javier Milei y estuvo por debajo de las proyecciones de organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y otras estimaciones privadas.
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— INDEC Argentina (@INDECArgentina) March 19, 2025
El producto interno bruto (#PIB) registró un descenso de 1,7% interanual en 2024 https://t.co/6AlttjkzLw pic.twitter.com/p1pl5HlcbL
El informe del Indec revela que la caída del Producto Interno Bruto (PIB) estuvo impulsada principalmente por tres factores clave: el descenso del Consumo privado (-4,2%), la disminución del Consumo público (-3,2%) y la caída de la Formación bruta de capital fijo (-17,4%). En contraste, las Exportaciones aumentaron un 23,2%, gracias a la recuperación del sector agrícola tras la sequía de 2023.

Sectores económicos en declive y los sectores que compensaron la baja
Dentro de los sectores afectados por la recesión, Construcción, Industria manufacturera y Comercio sufrieron caídas considerables, con descensos del 17,7%, 9,2% y 7,3%, respectivamente. Sin embargo, las actividades relacionadas con la agricultura, la ganadería y el sector de oil & gas, especialmente el desarrollo de Vaca Muerta, mostraron un desempeño positivo. La Explotación de minas y canteras también creció un 7,4%, destacándose entre las áreas de expansión.
A pesar de la caída general en el consumo y la inversión, el informe del Indec detalló que el Consumo privado siguió siendo el componente más relevante de la demanda, representando el 68,1% del PIB nacional. Esto refleja que, aunque la actividad económica en general fue baja, los hogares mantuvieron una porción importante de la actividad económica del país.
Perspectivas para 2025: optimismo en las previsiones
A pesar de la baja en el PBI durante 2024, las expectativas para 2025 son más optimistas. El Ministerio de Economía y el FMI proyectan un crecimiento económico de al menos 5% anual para el próximo año. Además, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ajustó su pronóstico de crecimiento, elevando su estimación a un 5,7%, lo que representa un incremento considerable en comparación con las proyecciones previas.
Este ajuste positivo es significativo, ya que la mayoría de las economías del G20 recibieron revisiones a la baja. En el caso de Argentina, la mejora en las previsiones refleja una recuperación proyectada en sectores clave como la energía y la agricultura.
A nivel inflacionario, la OCDE también hizo ajustes a la baja en sus expectativas. Para 2025, la inflación en Argentina se espera que se desacelere a un 28,4%, marcando una mejora respecto al 117,8% proyectado para 2024. En comparación con otros países del G20, Argentina dejaría de ser el país con la mayor inflación, cediendo ese puesto a Turquía, cuya inflación estimada para 2025 es del 31,4%.
En resumen, aunque la economía argentina tuvo un año difícil en 2024, con una caída del PBI y una contracción en varios sectores clave, las perspectivas para el futuro cercano son positivas. Los sectores de exportación y el crecimiento del sector energético podrían impulsar la actividad económica en 2025, cuando se espera una recuperación significativa.