Mientras la Confederación General del Trabajo (CGT) mantiene una postura de tregua con el Gobierno nacional, la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) busca reagruparse y ganar protagonismo en la oposición sindical contra las políticas de Javier Milei. Con el objetivo de formar un frente más combativo, los gremios del transporte planean alianzas estratégicas con la Confederación de Sindicatos de la Industria (CSIRA) y la Confederación de Gremios del Sector Energético (CATHEDA).
El resurgimiento de la CATT se produjo en su congreso de esta semana, un encuentro originalmente convocado para aprobar la memoria y balance, pero que sirvió como plataforma para discutir una estrategia sindical de mayor confrontación con el Gobierno. “Vamos a hacer lo que no quiere hacer la CGT”, afirmó un alto dirigente del transporte, marcando el giro que la CATT busca imprimirle a su rol dentro del sindicalismo.
El reordenamiento del sindicalismo y el papel de la CATT
Hasta ahora, la CGT ha mantenido un perfil bajo, sin una acción concreta contra las reformas laborales y los despidos masivos en el sector público. En este contexto, los gremios del transporte decidieron avanzar con su propia agenda, liderados por su actual secretario general, Juan Carlos Schmid (Dragado y Balizamiento), quien impulsa la coordinación con sindicatos industriales y energéticos para fortalecer la resistencia a las políticas gubernamentales.
Schmid cuenta con el respaldo de pesos pesados del sindicalismo del transporte, como Camioneros, la Unión Ferroviaria (UF), los pilotos de Pablo Biró (APLA), los aeronavegantes de Juan Pablo Brey (AAA), los marítimos del SOMU, los portuarios y los conductores de taxis. Sin embargo, su futuro al frente de la CATT es incierto, ya que anunció que no tiene intenciones de continuar en el cargo tras la renovación de autoridades prevista para octubre o noviembre.
La sucesión en la CATT: una disputa abierta
La incertidumbre sobre el futuro de la CATT abre un escenario de disputa interna entre distintos sectores por el liderazgo de la confederación. Uno de los principales candidatos a suceder a Schmid es Pablo Biró, secretario general de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA). Su perfil combativo lo posiciona como una de las opciones más firmes, aunque algunos sectores dentro de la CATT consideran que su gremio representa una “aristocracia aérea” y que su imagen no refleja la amplitud del sector del transporte.
En caso de que Biró no logre la conducción, Juan Pablo Brey (AAA) surge como otro posible candidato. El líder de los aeronavegantes, cercano a Hugo Moyano pero con una postura más autónoma, es bien visto dentro del sector, aunque su entorno indica que no está interesado en encabezar la confederación. Otra alternativa sería la llegada de un representante de Camioneros, como Omar Pérez, actual secretario gremial de la CATT y hombre de confianza de Hugo Moyano. Sin embargo, el histórico líder camionero mantiene un tono moderado con el Gobierno, lo que genera dudas sobre la viabilidad de una postura de mayor confrontación si el gremio toma el control de la CATT.
Los conflictos en puerta: Hidrovía, trenes y Aerolíneas
Más allá de la disputa por el liderazgo, la CATT tiene frentes de conflicto abiertos en distintos sectores. Schmid y los gremios marítimos buscan frenar el ajuste y garantizar la continuidad de 800 empleos en la principal vía de transporte fluvial del país. La Unión Ferroviaria se prepara para resistir el avance de un proceso de privatización, que afectaría directamente a miles de trabajadores del sector. A su vez, los gremios aeronáuticos, con Pablo Biró al frente, intentan bloquear la venta de Aerolíneas Argentinas y recuperar representación dentro de su directorio.