El mercado inmobiliario argentino cerró el 2024 con un repunte significativo y las proyecciones para este año son aún más optimistas. El precio del metro cuadrado en la Ciudad de Buenos Aires creció un 7% en un año, mientras que las operaciones de compraventa aumentaron un 35% respecto a 2023, consolidando la recuperación del sector.
En este contexto, el economista Esteban Domecq, reconocido por su influencia entre empresarios y agentes financieros, anticipó que el valor de las propiedades podría aumentar hasta un 40% en 2025. «Los precios están casi un 10% arriba en comparación con el último año y medio. Si consideramos que desde 2018 hasta hoy las propiedades en la Ciudad de Buenos Aires cayeron casi un 40% en promedio, la recuperación natural podría llevar a un aumento de entre el 30% y el 40% en los próximos años», explicó Domecq durante un evento de real estate organizado por Predial Propiedades.
Proyecciones de precios y volumen de operaciones
Respecto a las operaciones de compraventa, Domecq señaló que en 2024 se concretaron casi 55.000 escrituras en la Ciudad de Buenos Aires, con un crecimiento interanual del 93,7% en enero. A su criterio, esta tendencia continuará al alza y podría acercarse a los máximos históricos de 70.000 a 80.000 escrituras anuales.
Factores que impulsan el crecimiento
El Gobierno implementó diversas medidas para incentivar el sector, como la eliminación del Impuesto a la Transferencia de Inmuebles, el desarrollo de un sistema de securitización más ágil y la supresión del parking para operaciones con crédito hipotecario.
Sin embargo, Domecq considera que el principal factor para sostener la recuperación es la estabilización macroeconómica. «El gran desafío es consolidar la estabilidad económica, con una inflación controlada y un esquema cambiario más flexible. Esto permitirá que la ecuación entre costo de construcción y precio de las propiedades se equilibre, eliminando la distorsión actual donde los costos suben, pero los precios no acompañan», afirmó.
El economista también remarcó que la baja de la inflación impactaría en la reducción del costo financiero, permitiendo una mayor expansión del crédito hipotecario. «Una economía estable significa tasas de interés más bajas y, con ello, más acceso al crédito. La reactivación del crédito hipotecario será clave para impulsar la demanda y consolidar el crecimiento del mercado inmobiliario», sostuvo.
Créditos hipotecarios y suba de tasas
Desde abril del 2024, el mercado inmobiliario mostró una mayor actividad gracias a la vuelta de los préstamos hipotecarios, que en enero representaron el 26% de las operaciones. Domecq prevé que esta tendencia se fortalecerá en 2025, siempre que se mantenga el orden fiscal y el sistema financiero continúe canalizando recursos hacia el sector privado.
Respecto a la reciente suba de tasas en los préstamos hipotecarios, que generó preocupación en el mercado, el economista relativizó su impacto y lo consideró un fenómeno transitorio. «Las tasas subieron debido a cierta turbulencia financiera y cambiaria de los últimos meses. Sin embargo, si el Gobierno logra cerrar el nuevo acuerdo con el FMI y continuar con la estabilización económica, las tasas deberían empezar a bajar nuevamente», explicó.
Efecto del levantamiento del cepo cambiario
Otro punto clave en el horizonte del mercado inmobiliario es la flexibilización del cepo cambiario, un tema que está en la agenda del presidente Javier Milei.
Domecq aseguró que la eliminación de las restricciones cambiarias impactará positivamente en el sector. «Un acceso más ágil al mercado de cambios favorecería la demanda en un sector dolarizado como el inmobiliario. Al aumentar la demanda, los precios también tenderán al alza, acompañando otros factores que empujan la revalorización de los inmuebles», explicó.
Hipotecas divisibles y su impacto en el desarrollo inmobiliario
El Gobierno introdujo recientemente la figura de las hipotecas divisibles para facilitar el acceso a proyectos en construcción. Domecq destacó la iniciativa y afirmó que, si se resuelven los aspectos jurídicos, podría transformar el financiamiento en el sector.
«Los bancos están interesados en dar crédito hipotecario, pero hasta ahora los pesos terminaban en el Banco Central o en el Tesoro. Con un Banco Central saneado y cuentas públicas ordenadas, esos recursos podrán volver al sector privado. Cualquier mecanismo que ayude a dinamizar el real estate es bienvenido», concluyó.
En síntesis, el mercado inmobiliario muestra perspectivas optimistas para 2025, con expectativas de mayores ventas, recuperación de precios y expansión del crédito hipotecario. Sin embargo, el ritmo de crecimiento dependerá de la estabilidad macroeconómica y la evolución del esquema cambiario en los próximos meses.
