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ECONOMÍA

Mercado laboral argentino: qué esperan las empresas y el Gobierno nacional para la recuperación en este 2025

El empleo registrado cayó con fuerza durante 2024 y los datos recientes muestran expectativas moderadas para este año.

Mercado

El mercado laboral argentino cerró 2024 con señales de deterioro. La tasa de desocupación trepó al 6,4% y se perdieron cerca de 100.000 empleos asalariados formales, golpeados por la recesión y la caída del 1,7% en el PBI. Aunque el retroceso fue menor al esperado, se aceleró el crecimiento de modalidades no asalariadas como el monotributo y el trabajo autónomo.

Con este punto de partida, tanto el Gobierno nacional como las empresas miran hacia 2025 con moderado optimismo. El Ministerio de Economía proyecta un rebote económico del 5%, mientras que el consenso del mercado lo estima en torno al 3%. La pregunta de fondo es si la mejora en la actividad se traducirá en una recuperación del empleo.

Expectativas de corto plazo: más cautela que expansión

La Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) de la Secretaría de Trabajo, que releva mensualmente a empresas privadas de más de 10 empleados, indica que solo el 4,3% prevé cambios en su dotación en el primer trimestre del año. Dentro de ese grupo, un 2,5% espera contratar y un 1,8% anticipa recortes. El resultado es un saldo neto positivo, pero bajo: apenas 0,7%, en descenso desde el pico de 2,5% registrado en octubre pasado.

En la industria, los datos no son alentadores. Un informe de la Unión Industrial Argentina (UIA) mostró que el 17,6% de las fábricas recortó personal entre noviembre y enero, mientras que solo el 11,5% incorporó trabajadores. La Encuesta Cualitativa del Indec refuerza ese panorama: un 27% de las empresas industriales prevé reducir su plantilla entre febrero y abril, mientras que solo el 7% espera aumentarla.

Construcción e industria, bajo presión

La construcción, uno de los sectores más intensivos en empleo, también muestra señales de alerta. En el sector de obras privadas, el 11,3% de las firmas espera ajustar a la baja su dotación, mientras que un 12,3% cree que contratará más personal. En la obra pública, donde el ajuste es más fuerte, el 13,4% anticipa despidos frente al 22,2% que prevé un alza.

Las proyecciones de economistas y analistas apuntan a una recuperación parcial del empleo, pero con fuertes condicionantes. “El empleo debería mejorar, pero no al ritmo de la actividad. Los sectores que van a traccionar no son los de mayor empleo, como la construcción, que fue el más afectado”, advirtió Mariangel Ghilardi, economista de Abeceb.

Según la especialista, es probable que aumente la informalidad ante un contexto de baja rentabilidad y una economía orientada a sectores más intensivos en capital que en mano de obra. “La empleabilidad va a depender de qué tanto se reconviertan los trabajadores expulsados de sectores tradicionales hacia otros más especializados”, agregó.

Más incertidumbre que certezas

Luis Campos, del Observatorio del Derecho Social de la CTA Autónoma, remarcó que “proyectar hoy es casi imposible” ante la cantidad de variables locales e internacionales en juego. “El crecimiento económico es condición necesaria, pero no suficiente para que aumente el empleo. Si se deja todo librado al mercado, se consolidarán sectores poco demandantes de trabajo”, sostuvo.

Desde el CEPA, Hernán Letcher planteó un escenario aún más pesimista. “No hay condiciones para una recuperación de los puestos de trabajo. Si el Gobierno mantiene el nivel de apreciación cambiaria, se perderán empleos, sobre todo en la industria”, afirmó. En su visión, los sectores que podrían expandirse, como la energía o la minería, no son grandes generadores de empleo masivo.

Empleo informal y calidad del trabajo

La consultora LCG también puso el foco en la calidad del empleo. “El mercado de trabajo ajustó más por caída de ingresos y precarización que por despidos masivos. La recuperación será limitada y es probable que la informalidad siga en niveles altos”, concluyó en un reciente informe.

En ese marco, el Gran Buenos Aires sigue siendo la región con mayores tasas de desempleo, por su alta dependencia de la construcción, la industria y los servicios, tres sectores que se espera tengan un crecimiento muy moderado en el nuevo ciclo económico.